Los fondos de pensiones mantuvieron su trayectoria de recuperación en junio pasado, cerrando el mes con rentabilidades positivas que ya han permitido revertir las pérdidas registradas a inicios de año para los fondos C, D y E, informó este jueves la Superintendencia de Pensiones (SP).

Sin embargo, el regulador precisó que en el caso de los fondos A y B, si bien en el mes registraron buenos resultados, continúan con cifras en rojo en lo que va de 2020.

Específicamente, en junio pasado los fondos A (más riesgoso) y B (riesgoso) lideraron con rentabilidades reales de 5,26% y 4,28%, respectivamente,  mientras que el C (intermedio) obtuvo una ganancia de 2,82%. Los fondos D (conservador) y E (más conservador), a su vez, obtuvieron retornos de 1,43% y 0,36%, respectivamente.

Con este desempeño, los ahorros previsionales de los trabajadores totalizaron activos por 5.517,45 millones de Unidades de Fomento (UF), cifra equivalente a US$ 200.977,89 millones, con un tipo de cambio de $ 816,36 al 30 de junio de 2020.

La SP destacó que los datos muestran que en lo que va de este año los fondos de pensiones han ido repuntando de manera consistente, en especial tras la fuerte caída que experimentaron en marzo pasado, originada por efecto de la crisis sanitaria y económica a nivel mundial.

Así es como, por ejemplo, entre enero y junio de 2020 el fondo C muestra un retorno acumulado de 0,31% real, dejando atrás la fuerte caída acumulada de 11,64% que anotó a marzo pasado.

A su vez, los fondos D y E dan cuenta de rentabilidades acumuladas reales de 2,26% y 4,24%, respectivamente. Un desempeño que contribuye a dejar atrás las pérdidas acumuladas a marzo pasado de 9,64% y 4,81%, respectivamente.

En tanto, si bien para el período enero-junio 2020 los fondos A y B continúan con una pérdida acumulada real de 5,70% y 2,85%, respectivamente, su trayectoria es de recuperación respecto de las fuertes caídas acumuladas por ambos fondos al primer trimestre de año, de 16,49% y 13,53%, respectivamente.

Con todo, el regulador advirtió que la incertidumbre se mantiene, por lo que continúa monitoreando el correcto tratamiento de los riesgos de las inversiones por parte de las administradoras, proceso que implica una comunicación permanente con los regulados.

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