Bloomberg
Jamie Oliver, célebre chef y defensor de la comida sana del Reino Unido, tiene previsto cerrar seis de sus restaurantes italianos esparcidos por todo el país.
¿La razón? La debilidad de la libra -inducida por el Brexit- elevó los costos en locales que ya habían sido afectados por una concurrencia insuficiente.
Restaurantes ubicados en Aberdeen, Exeter, Cheltenham, Richmond, Tunbridge Wells y el área de Ludgate Hill en Londres cerrarán en el primer trimestre, dijo una portavoz por correo electrónico.
Desde la votación del Brexit, este anuncio es el más reciente signo de la presión que ejerce la caída de la libra sobre los negocios.
El aumento de los costos de los productos importados -como el aceite de oliva italiano- ha generado que las sucursales sean "insostenibles”, dijo la portavoz.
“Como todo dueño de restaurantes sabe, este es un mercado difícil, y después del Brexit las presiones y lo desconocido lo han tornado todavía más difícil”, dijo en un comunicado el presidente ejecutivo, Simon Blagden.
Los locales que cerrarán representan menos de 5% de las ventas y el personal de la cadena. La compañía dijo que tratará de encontrar puestos alternativos para los 120 empleados afectados.
Oliver, de todos modos, planea abrir otros 22 restaurantes italianos fuera del Reino Unido, que se sumarán a los ya existentes en Australia, Brasil y Rusia. También añadirá dos nuevas churrasquerías Barbecoa en el Reino Unido.
El negocio está en “muy buena forma” en general, y terminó el año pasado con un crecimiento de las ventas en locales comparables y una expansión en el número de comensales, dijo Blagden.