Una vida llena de reconocimiento a nivel político, pero sobre todo a nivel empresarial tuvo el expresidente de la República Sebastián Piñera, quien murió la tarde del martes en un accidente aéreo que protagonizó junto a otras tres personas en el Lago Ranco, región de Los Ríos.
El exmandatario llegó a la política en la década de 1990, luego de haber obtenido reconocimiento por su trayectoria empresarial. En 2010 se convirtió en el primer Presidente de Chile de derecha después de la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet.
Su éxito en los negocios se extendió hasta los últimos días de su vida. Según el último ránking de Forbes de 2023, el exjefe de Estado chileno se ubicó en el puesto 1.027 en el ránking mundial de billonarios, mientras que en Chile ocupó el quinto lugar.
La vida empresarial de Sebastián Piñera
Ingeniero Comercial de la Universidad Católica, Piñera se mudó a Estados Unidos en su juventud para estudiar Economía en la Universidad de Harvard. En el regreso a nuestro país, en la segunda mitad de la década de 1970 comenzó su larga vida empresarial.
Si bien ejerció como consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y realizó asesorías financieras, el mercado inmobiliario fue su primer proyecto más fuerte con la Constructora Toltén.
Al mismo tiempo, Piñera incursionó como gerente general del Banco de Talca e inició Bancard, la sociedad que trajo a Chile las tarjetas de crédito en la década de 1980.
En la década de 1980 se mantuvo ligado a entidades bancarias y comenzó también sus nexos en política, los que le permitieron ganar un escaño en el Senado, por Renovación Nacional (RN), una vez que volvió la democracia a nuestro país.
En 1994 el sentido de sus negocios cambiaron e invirtió en LAN Chile, empresa que fue una de las más importantes de su carrera. Años después siguió incursionando en el mercado inmobiliario.
Ya en 2005, Piñera incursionó en el mundo de las comunicaciones cuando adquirió Chilevisión, canal de televisión que mantuvo en su poder hasta 2010 cuando comenzó su segundo intento para convertirse en Presidente de Chile y tuvo que desligarse de algunas empresas.
En ese movimiento empresarial, Piñera también dejó Blanco y Negro, la sociedad concesionaria que controla los destinos de Colo-Colo, a la cual había accedido en 2006.