Este jueves la empresa azucarera Iansa confirmó que no volverá a procesar remolacha en la planta de Linares, y que concentrará, de forma definitiva, la producción de azúcar en sus centros de Los Ángeles y San Carlos. 

Mediante un comunicado, la empresa señaló que la decisión se sustenta en "mejorar la eficiencia operacional del negocio azucarero de la compañía y la competitividad frente a las importaciones". 

La planta seguirá funcionando hasta los primeros días de agosto, para lo cual diseñó un plan de cierre gradual, que será comunicado personalmente a los trabajadores afectados.  

La medida se toma luego de una reunión del directorio que se extendió por siete horas. 

Esto pese a que el Gobierno había pedido a Iansa aplazar en dos años el cierre de la planta en Linares.

Las medidas de mitigación

Como plan de apoyo a los agricultores de Talca y Linares que tengan contrato vigente o lo suscriban para la temporada 2018-2019, la empresa se comprometió a financiar el 50% del costo extra que significará trasladar la remolacha a la planta de San Carlos.

El directorio aseguró que tomó esta determinación considerando los diversos factores que están afectando a la industria –entre los que se cuentan la baja sostenida en el precio internacional del azúcar y la importante reducción de la superficie de remolacha sembrada en el país-, además de la convicción de que "se trata de una medida muy difícil pero necesaria para seguir asegurando la sostenibilidad de Iansa en el largo plazo". 

Junto con esto, la compañía señaló que "todos hemos sido testigos de la progresiva baja de hectáreas sembradas año a año, y conocemos de cerca la realidad del negocio azucarero. En el contexto actual, no es razonable seguir operando tres plantas”. 

Durante la tarde de este jueves varios de los trabajadores de la planta de Linares protestaron por el cierre, poniéndo un ataúd al frente de la compañía, que contenía remolachas y carteles que decían "Q.E.P.D. Iansa".

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