La constante aplicación de aranceles entre China y Estados Unidos, denominada como guerra comercial, ha traído consecuencias en la economía a nivel mundial provocando inestabilidades. Y Chile no ha estado ajeno a esta situación que continúa en escalada.
Días atrás el país asiático anunció nuevos aranceles para productos estadounidenses equivalentes a 75 mil millones de dólares. Esta medida es una respuesta al aumento previo que llevó a cabo el presidente Donald Trump con productos chinos.
De acuerdo con cifras del Servicio Nacional de Aduanas, las exportaciones nacionales disminuyeron un 18,7% durante agosto respecto al mismo mes en 2018, lo que significa la mayor caída mensual registrada durante este año.
De ese modo, y según los mismos datos, durante los ocho meses de 2019 (entre enero y agosto), se exportaron 48.916 dólares, es decir, un 7,5% menos que el mismo periodo en comparación al año anterior.
Según el economista jefe de BCI, Sergio Lehmann, estas cifras reflejan una directa consecuencia de la guerra comercial, ya que “la economía mundial se ha desacelerado más allá de lo previsto, llevando a menores envíos al exterior, especialmente del lado industrial, pero más importante aún, recogiendo un fuerte retroceso en los precios de las materias primas, particularmente del cobre y la celulosa”, consignó El Mercurio.
En cuanto a las exportaciones hacia los principales socios comerciales, también se registraron fuertes retrocesos. Las ventas hacia Estados Unidos disminuyeron un 10%, mientras que hacia China hubo una reducción del 11%.
Finalmente, el último Informe de Política Monetaria del Banco Central, Chile ha registrado caídas anuales de exportaciones de forma acotada y heterogénea entre sus productos, estimando que el efecto negativo podría intensificarse hacia 2020 y 2021, dependiendo del ritmo económico de los socios comerciales.