Monsanto provee químicos y biotecnología agrícola, con un foco en ingeniería genética en semillas y producción de herbicidas. Bayer, por su parte, se dedica a la innovación, con competencias clave en las áreas de salud, semillas y protección de cultivos.
La fusión de ambos grupos de la industria farmacéutica está en la mira de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) y es por ello que este miércoles el organismo determinó investigar los posibles efectos de dicha fusión.
“La información pública disponible no permite efectuar un análisis de los riesgos que la Operación pudiera acarrear para la competencia nacional, toda vez que a partir de ella no es posible identificar los distintos mercados afectados ni las participaciones de las empresas en el mismo, entre otros elementos necesarios para el análisis”, señaló la FNE.
Ambas compañías producen pesticidas y juntas controlarían el 28% del mercado mundial. La fusión debe ser aún aprobada por las autoridades vigilantes de la competencia y reguladoras de mercado. Su posición dominante en el campo agroquímico hace también saltar las alarmas por razones ambientales.
