El Fondo Monetario Internacional rebajó este martes su previsión de crecimiento para Chile a 2,3% este año, en comparación con el 2,5% estimado en octubre.
"Los desequilibrios de la economía se han resuelto en gran medida, la actividad económica está creciendo en torno a su potencial y el balance de cuenta corriente ha seguido fortaleciéndose", afirman los expertos del FMI en la evaluación periódica que realizan a sus países miembros, conocida como Artículo IV.
Pero "la recuperación ha sido desigual entre las industrias, el mercado laboral está rezagado y la presión inflacionaria aún no ha disminuido por completo", añaden.
Por eso para este año "se espera que el PIB real se expanda un 2,3%, impulsado por exportaciones mineras y de servicios robustas", pronostican.
La organización financiera internacional prevé que la economía chilena crezca entre un 2 y un 2,5% en 2025, "dada la esperada recuperación de la demanda interna".
El modesto crecimiento potencial "podría deberse en parte a las conexiones más débiles entre sus industrias" en comparación con otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en Asia y Europa del Este, recalca.
Pone el ejemplo de la industria minera, "con vínculos limitados con otros sectores internos de la economía chilena".
Se espera que la inflación se mantenga por encima del objetivo del 3% hasta principios de 2026, "principalmente debido al aumento acumulado del 60% en las tarifas eléctricas entre junio de 2024 y febrero de 2025", advierte el Fondo.
La inflación subyacente (que excluye precios volátiles como alimentos y energía) ha aumentado en los últimos meses "impulsada por mayores costos de transporte y una inflación de servicios con mayor rigidez a la baja".
El entorno externo "es más inestable e incierto", considera el personal técnico de la organización.
La volatilidad de los precios de las materias primas y el ritmo de la transición verde global "es un riesgo externo importante", afirman.
Añaden la incertidumbre que rodea a la política monetaria y fiscal en las economías avanzadas.
En el frente interno destacan "las preocupaciones sobre la delincuencia, la migración y la desigualdad".
"La polarización política" en el país, gobernado por el Presidente Gabriel Boric, "está obstaculizando el progreso de las reformas", concluye el FMI.