Primero fue la agencia antimonopolios de Brasil. Ahora es la Fiscalía Nacional Económica chilena (FNE) la que se opone al acuerdo conocido como Joint Business Agreement (JBA), que firmó a principios de este año Latam con el holding IAG (controlador de British e Iberia) y también con American Airlines.

La entidad antimonopolios recomienda al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) que rechace el JBA. Es más, señala que de materializarse ambos JBA, debido al alto grado de integración de funciones y la alineación de incentivos resultantes, IAG y Latam así como American Airlines y Latam “dejarían de comportarse como agentes económicos independientes, con un efecto equivalente al de una operación de concentración, aunque sin las eficiencias y ahorros en costo que podrían esperarse de una fusión”.

“Esta Fiscalía estima que, conforme se ha podido identificar, la presente operación de concentración implica una serie de riesgos actuales y potenciales para la libre competencia, respecto de los mercados definidos. Adicionalmente, los antecedentes allegados en el curso de las investigaciones administrativas no permiten concluir que los mismos sean compensados por las eficiencias esgrimidas por las partes”, asevera el organismo antimonopolios en el informe liberado hoy por el TDLC.

Ante la magnitud de la operación, que incluye dos acuerdos comerciales que son analizados en forma separada (Latam American Airlines y Latam –IAG) la FNE estima necesario que el TDLC analice en profundidad los riesgos y eventuales contrapesos.

Las rutas a Europa

En un informe de 163 páginas, la FNE es bastante dura cuando analiza las consecuencias que podría tener el acuerdo en lo que respecta a las rutas a Europa. Es más, señala que no habría medidas de mitigación que pudieran compensar los efectos negativos que podría traer la materialización de los acuerdos.

La FNE analizó las rutas más frecuentes o demandadas. Por ejemplo, en el caso de la ruta Santiago-Madrid, señala que dado que el vuelo sin escala o non stop tiene una superioridad frente a aquellos con conexión, al eliminarse el competidor más cercano en ese mercado (Iberia) y que la alternativa más próxima sigue siendo ofrecida por las propias partes (British), “el JBA otorgará un fuerte incentivo al alza de precios o a la realización de otras prácticas que impliquen el ejercicio de poder de mercado, trayendo consigo la consecuente afectación a los consumidores, en el origen-destino de mayor tamaño en la geografía del acuerdo”.

En el caso de la ruta Santiago-Londres, la FNE sostiene que la operación producirá altísimos niveles de concentración, atendida la actual preponderancia de las partes en los vuelos one stop. “Lo anterior, sumado al hecho de que su principal competidor, Air France-KLM, cuenta con un número de frecuencias restringido en las rutas a Francia; y a que no se detectan terceras aerolíneas que puedan operar non stop en el mediano plazo en este origen-destino, permite a esta FNE concluir que la Operación genera riesgos unilaterales en esta ruta”.

También señala que esta operación afecta la rivalidad de los dos principales actores del mercado, “eliminando los incentivos de LATAM a mejorar su producto, por la vía de iniciar su propia operación con vuelos non stop”.

Alza de precios de tickets y carga

Otro de los puntos clave para rechazar el JBA entre Latam e IAG, es el efecto que puede tener en las tarifas.

Al respecto, la FNE dice que al analizar los pasajes vendidos por LATAM como aquellos comercializados por IAG, se observa que los pasajeros potencialmente afectados por la Operación (quienes vuelan non stop entre Santiago-Madrid) son más que los potenciales beneficiarios de la misma (quienes conectan en Santiago o Madrid con vuelos dentro de Sudamérica o de Europa, entre Chile y Europa).

Es más, la FNE enfatiza en que no sólo los potencialmente afectados son más que los potenciales beneficiarios sino que, la pérdida esperada por los afectados resulta superior a la ganancia esperada por los beneficiarios, “toda vez que la cantidad del porcentaje en que aumentaría la tarifa para los primeros sería superior a la cantidad del porcentaje en que esta se reduciría para los últimos”.

Asimismo, concluye que las eficiencias no resultan aptas para compensar el riesgo de alza de precios asociado al mayor poder de mercado que la Operación otorga a las partes, ni aun en el evento de que el TDLC las considerase verificables e inherentes a la Operación.

En cuanto a la carga que es transportada en aviones de pasajeros, la FNE indica que existen riesgos a la competencia que no se encuentran contrapesados suficientemente.

Efectos de la alianza con American Airlines

Al igual que en el JBA entre Latam e IAG, la FNE analizó dos rutas a Estados Unidos que concentran un alto tráfico: Miami y Nueva York.

Respecto a la primera, indica que existe una superioridad del vuelo non stop en relación a los vuelos en conexión y que al eliminarse al competidor más cercano en el mercado, “el JBA otorgará un fuerte incentivo al alza de precios o a la realización de otras prácticas que impliquen el ejercicio de poder de mercado, trayendo consigo la consecuente afectación a los consumidores, en el origen-destino de mayor tamaño en la geografía del Acuerdo”.

En cuanto a la ruta Santiago-Nueva York, indica que “la Operación genera una concentración relevante en la ruta Santiago-Nueva York, medida por número de reservas, bajo una definición amplia del mercado, que subsume a todos los aeropuertos de la ciudad como igualmente sustitutos. Por tratarse de un traslape de operación non stop y one stop de LATAM, con la operación one stop de American Airlines, la competencia que enfrentan las Partes a través de vuelos en conexión es mayor que en el caso de la ruta Santiago-Miami. Sin embargo, los riesgos no pueden descartarse, ya que las Partes tendrían una posición prominente en el mercado, y concentrarían dos de los productos más cercanos competitivamente de aquellos ofrecidos en esta ruta”.

Mayores tarifas en carga

La carga que transportan los aviones de pasajeros a Estados Unidos también fue analizada por la FNE. Su conclusión es que de aprobarse el JBA, “no puede descartarse un alza en el precio de las tarifas, producto de que las Partes contarían con incentivos y la habilidad para hacerlo”.

Sin embargo, aclara que estos riesgos serían de una entidad menor que los riesgos en el mercado de pasajeros y que aquellos detectados en la Operación IAG y LATAM. Lo último debido a la presencia de otros competidores de mayor envergadura que el propio American Airlines.

“En definitiva, el análisis de esta Fiscalía con respecto al mercado de carga aérea da cuenta de la existencia de riesgos a la competencia que no se encuentran contrapesados suficientemente. Sin embargo, dada la importancia de la carga transportada en aviones de pasajeros, lo que se resuelva a este respecto incide directamente en la evaluación competitiva del mercado de carga”, asevera.

Conclusiones y eventuales mitigaciones

Tanto en el caso del JBA con American Airlines como con IAG, la FNE concluye preliminarmente que no existen a disposición remedios estructurares que permitan solucionar adecuadamente los riesgos de la operación. Es más, sugiere que ni siquiera es necesario referirse a remedios conductuales que puedan servir de complementos.

Agrega que no hay antecedentes a la vista respecto a actores entrantes capaces de revertir los efectos adversos a la libre competencia en las rutas de mayor preocupación, ya sea porque no han manifestado interés en hacerlo, o bien porque no cumplirían los requisitos de oportunidad y suficiencia exigidos.

Finalmente, señala que si el TDLC, llegase a una convicción distinta a Ia expresada por la fiscalía, “habrá de evaluar la pertinencia de implementar individual o conjuntamente aquellos remedios conductuales que limiten la capacidad de abuso de las partes en los orígenes y destinos concernidos”.

En cuanto a las tarifas, la FNE señala que “el ejercicio de comparación muestra que tanto para los pasajes vendidos por LATAM como para los pasajes comercializados por American Airlines los pasajeros potencialmente afectados por la Operación (quienes vuelan non stop entre Santiago-Miami) son más que los potenciales beneficiarios de la misma”.

Asimismo, replica que habría un aumento en las tarifas. “Lo anterior lleva a concluir que, de acuerdo con la información disponible, las eficiencias no resultan aptas para compensar el riesgo de alza de precios asociado al mayor poder de mercado que la Operación otorga a las Partes, ni aun en el evento de que ese H. Tribunal las considerase verificables e inherentes a la Operación”.

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