"Un riesgo creciente de estanflación".
Esa fue la frase con la que el Banco Mundial detalló lo que podría ocurrir en el escenario global considerando los efectos de la pandemia de COVID-19 y la invasión rusa a Ucrania.
El martes la entidad rebajó drásticamente sus previsiones de crecimiento global y habló del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial del 2,9%. Muy por debajo del 4,1% pronosticado en enero.
¿Qué es estanflación?
Como probablemente lo hayas notado, estanflación es un término inventado a partir de otros dos conceptos que quizá ya entiendas: estancamiento e inflación.
Es decir, con su duro informe el Banco Mundial quiso advertir a la comunidad internacional de que es posible que el crecimiento económico se pegue un frenazo y que además, la inflación siga al alza.
La estanflación tendría "consecuencias nocivas" para los países de bajos ingresos como para los de ingresos medios, advirtió el Banco Mundial.
"Debido al daño combinado de la pandemia y la guerra, el nivel de renta per cápita en los países en desarrollo será este año casi un 5% inferior a la tendencia que se había proyectado antes del covid-19", señala también la institución en un comunicado.
Niveles similares a la década del 70
Por si fuera poco, el Banco Mundial explicó en su informe que las condiciones económicas de estancamiento económico e inflación combinados se parecen mucho a las de la década del 70.
Esto por tres factores: interrupciones constantes en la oferta, proyecciones de desaleración del crecimiento y economías emergentes y en desarrollo vulnerables a la necesidad de una política moneratia más estricta.
Eso sí, con esto último hay que ser cautos. A diferencia de la década de 1970, los bancos centrales tienen mandatos más claros hacia la estabilidad de los precios, destaca el Banco Mundial.