Endesa informó este martes a la Superintendencia de Valores y Seguros que decidió renunciar a los derechos de agua que poseía para distintos proyectos eléctricos de Santiago al sur del país y que implicarán un castigo en el balance del año 2016 que calcula en US$ 52 millones.
Se trata de derechos asociados a los proyectos Bardón, en la Araucanía; Chillán 1 y 2, en el Biobío; Futaleufú y Puelo en Los Lagos, y Huechún en la Región Metropolitana.
La firma dijo que esta medida se toma en consideración al alto costo anual que significa para la compañía mantener derechos de agua sin ser utilizados. Además, enfatizó en que los proyectos descritos no eran factibles de realizar técnica y económicamente, junto con no contar con la suficiente adhesión de las comunidades locales.
“La voluntad de Endesa Chile es que sólo se llevarán a cabo iniciativas que sean viables técnicamente, económicamente y que cuenten con la aceptación de las comunidades donde estarán insertas. En el caso de estos proyectos, fruto de estudios iniciales, de los altos estándares de sostenibilidad que nos hemos definido como grupo y de las exigencias técnicas y económicas que ello implica, hemos concluido que no son viables, por tal motivo estamos devolviendo estos derechos de agua al país para que puedan ser utilizados para otro tipo de desarrollo”, explicó el gerente general de la compañía, Valter Moro.
Adicionalmente, la firma dijo que las actuales condiciones de mercado, con precios a la baja, no dejan espacio para estos proyectos en el mediano y corto plazo. Y dado que hay patentes asociadas al no uso de los derechos de aguas, ello representa un pasivo para la compañía.