Continúa el desplome en la generación de empleo. De acuerdo a un estudio del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, la tasa de empleo llegó a un 43% en junio, lo que implicó un retroceso de 1,5 puntos porcentuales en comparación con lo ocurrido en mayo.
Esto, al contrastarlo con los datos de referencia del INE significa que hubo una pérdida aproximada de 2,1 millones de empleo en un año, según los cálculos del director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, David Bravo. Ello implicó un retroceso histórico que nos retrotrae a los vivido en la crisis de los años 80, según comentó.
Por genero, este indicador que mide la cantidad de personas ocupadas como porcentaje de la población en edad de trabajar, llegó a 51,6% en los hombres y a 35,2% en las mujeres. Ello implicó la pérdida de 1,2 millones de empleo en los primeros, mientras que en mujeres fue de 900 mil.
Por categoría, al analizar la pérdida de más de dos millones registrada en el sexto mes del año, la caída de empleo anual en los trabajadores de casa particular fue de 70%, mientras que los cuentas propias y los asalariados registraron retrocesos de 27% y 20%, respectivamente.
En tanto, la tasa de participación laboral, que refleja la cantidad de personas en la fuerza de trabajo expresada como porcentaje sobre la población en edad de trabajar, continúa cayendo. En junio se ubicó en 48,6% lo que significó una caída en aproximadamente 2 millones de personas en un año.
Esta medida que muestra el retiro de las personas de la fuerza laboral, nuevamente presenta un nivel que no tienen precedentes en los registros que se tiene desde 1986, señaló Bravo.
Por género en un año esta dismunye 59,2% en hombres y a 38,9% en mujeres lo que significó la salida de 1,1 millones de personas en el primer caso y de 900 mil en el segundo.
Los inactivos superan inéditamente a la fuerza de trabajo, que agrupa a las personas ocupadas y desocupados, dado que en junio los primeros llegan a 8,1 millones de personas mientras que la segunda llega a 7,8 millones, explicó Bravo.
En base a los antecedentes recopilados durante la encuesta, precisó que existe 1,1 millones de personas que declararon que “habrían estado buscando trabajo si no nos encontráramos en la actual crisis sanitaria”.
“La magnitud del shock que tenemos actualmente se mide por la tasa de empleo que se ha desplomado”, aseveró.
¿Qué pasó con el desempleo?
En tanto, dado el fenómeno anteriormente descrito, la tasa de desempleo en junio en el país llegó a 11,5%, lo que evidencia un aumento de sólo 0,3 pp respecto a mayo.
Ante ello agregó que dado el fenómeno de los inactivos, que se ha visto impulsado por las cuarentenas que paraliza la actividad productiva del país, si se incorpora ese grupo “hoy día estaríamos hablando de un 28% aproximadamente de desempleo”.
Por género el indicador que mide el número de personas que buscaron activamente trabajo expresado como porcentaje de la fuerza de trabajo fue mayor en los hombres alcanzando un 12,8%, mientras que en las mujeres llegó a 9,7%.
Esta brecha que se genera es “un hecho inusual en la historia del mercado laboral”, según confirmó Bravo dado que nunca había ocurrido que el desempleo fuera mayor en hombres que en mujeres. Un fenómeno que se captura desde que comenzaron las mediciones del centro UC en abril.
Por edad el desempleo en jóvenes sigue siendo el rango etario que presenta la mayor tasa con 25,4%.
Por quintil de ingresos per cápita la mayor desocupación está en los hogares de menores ingresos con un indicador que llega a 16,7%, registrando un incremento de 2,6 puntos porcentuales respecto al mes anterior. Ello contrasta con la realidad de los hogares de mayores ingresos ubicado en el Quintil V en donde este indicador está lejano a los dos dígitos, situado en 5,3%.
En tanto la tasa de cesantía, que mide en específico a la personas que tenían un trabajo y lo perdieron por sobre la fuerza de trabajo, llega a 10,6% en donde por actividad en actividades artísticas, entretenimiento y recreativas esta escaló a 44,5%. Le sigue la construcción con un 26,8% y alojamiento y comidas con 24,8%.
