Los griegos acudirán a las urnas este jueves para votar sobre si aceptan o no las exigencias financieras impuestas por los acreedores de Atenas, a cambio de la entrega de liquidez sobre su deuda.

Los que marquen el Sí estarán aceptando las condiciones que los acreedores, mientras que quienes marquen No, le estarán dando un espaldarazo al gobierno de Alexis Tsipras, que en todos estos meses no logró llegar un acuerdo con la troika -Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el FMI- y busca una mejor propuesta para el país.

A menos de 48 horas de que se celebre la cuestionada consulta, los primeros sondeos le dan una leve preferencia al Sí, con un 44,8%, frente al 43,4% de quienes apoyan las decisiones del gobierno.

Este viernes el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, dijo que un acuerdo entre Grecia  sus acreedores internacionales está al alcance, pese a lo que resulte del referéndum de este domingo.

“Les puedo asegurar que durante esta semana de impasse hemos visto algunas propuestas muy decentes procedentes de Europa, de forma confidencial, y el acuerdo está más o menos sellado”, agregó.

Sin embargo, para el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el resultado del referéndum sí condicionará las negociaciones de forma importante.

“Si los griegos votan NO, la posición de Grecia será considerablemente débil”, dijo Juncker desde Luxemburgo.  Incluso, en caso de ganar el SÍ, se impulsarán “difíciles negociaciones con Atenas.

En esa misma línea se refirió el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, quien aseguró que incluso si los griegos aceptan las condiciones de los acreedores las nuevas negociaciones llevarán tiempo en resolverse. 

Las nuevas negociaciones para un apoyo financiero a Atenas tendrían lugar “sobre una base completamente nueva y en un contexto degradado”, advirtió el alemán.

En tanto, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, aplaudió un informe publicado por el FMI, en que se detallaba que la agravación de la crisis griega obligará a los socios europeos a desembolsar otros 36.000 millones de euros extras en ayuda, incluso si gana el SÍ.

Además, el FMI se pone en el mismo tono que Tsipras y pide a los europeos extender el periodo de vencimiento de la deuda y el periodo de gracia sobre los intereses. 

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