El peso chileno vuelve a tomar vigor tras dos días de pérdidas, mientras que las mayores divisas del mundo emergente no logran encontrar una dirección clara a la espera de la reunión entre China y Estados Unidos por temas comerciales.

El tipo de cambio terminó la sesión en $ 724,40, lo que representa una leve baja de $ 0,4 con respecto al cierre de ayer.

A nivel global, el billete referente opera casi sin cambios. A esta hora, el Dollar Index –que lo contrasta con una canasta de monedas internacionales– anota una anémica baja de 0,01%, mientras que las principales divisas del mundo emergente arrojan resultados mixtos.

En América Latina tampoco se ve una dirección clara para los mercados cambiarios. En este momento, el peso mexicano, el sol peruano y el peso chileno suben, mientras que el peso argentino, el real brasileño y el peso colombiano pierden terreno.

Estos resultados se dan en medio de las expectativas que hay en la reunión que sostendrá China y Estados Unidos para tratar de poner aunque sea una pausa a la guerra comercial.

Recientemente se dio a conocer que un alto funcionario de la negociaciones señaló a Bloomberg que China está dispuesta a conversar sobre un posible acuerdo con la condición que el presidente Donald Trump no imponga más aranceles, incluidos los gravámenes planificados que vencen este mes y en diciembre.

Mientras tanto, Financial Times también consigna que los funcionarios chinos están ofreciendo a EEUU aumentar las compras anuales de productos agrícolas estadounidenses para llegar a un acuerdo parcial.

Factor Fed

El menor dinamismo de la divisa estadounidense calza también con el anuncio que hizo ayer la Fed al reanudar las compras de valores del Tesoro y dejar abiertas sus opciones sobre las tasas de interés, semanas antes de la próxima reunión de los responsables de las políticas.

Frente a este panorama, desde USB comentaron que la decisión de la Fed "es normal. Los balances del banco central casi siempre aumentan en términos monetarios nominales. La demanda de efectivo aumentará con el tiempo, a medida que la economía se expanda. Un banco central, como proveedor monopolista de efectivo, necesita equilibrar ese aumento de la demanda".

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