María Paz Araya y Natasha Gil se conocieron el 2005 cuando ambas estaban en Cencosud. Años después Gil fue contratada por Parque Arauco. Ya cada una con hijos, en 2016 se reencontraron como apoderadas del mismo colegio. En una conversación, Gil le dijo que el ritmo laboral más cuatro hijos estaba muy duro y quería independizarse.
En 2018 las dos renunciaron a su trabajo en el retail. Buscaban más libertad y tiempo para su familia, algo que la intensidad de las grandes empresas no les permitía. “Pero me puse a pensar qué hacía”, recuerda Araya.
Al poco tiempo Gil le comentó que estaba importando sillas de China. Así nació una sociedad: Aprovechando su experiencia en el retail y contactos en el extranjero, el negocio consistió en armar un container en China, y al llegar a Chile ya estaba todo vendido. El modelo iba bien y era rentable, sin embargo, llegó la pandemia y pensaron que no podían escalar mucho más.
Así, a principios de la pandemia empezaron a familiarizarse con el mercado de los perfumes. Araya se define como “fanática de las fragancias” y creía que había poca competencia a la firma norteamericana Jo Malone. Además, los precios eran elevados y poco accesibles para el mercado nacional. “Y las personas se estaban preocupando más de las casas debido al encierro”, afirma.
En 2021 se pusieron en contacto con un laboratorio chileno, importaron fragancias y crearon Dusa. Invirtieron $ 80 millones con el foco de crear un spray ambiental. Después de más de ocho meses y cientos de muestras, llegaron a un producto que podía venderse. Dejaron el negocio de las lámparas de lado y se propusieron vender en el mercado norteamericano.
Araya vive desde finales del 2020 en Estados Unidos y desde ahí inició los trámites para vender en Amazon a principios del 2021. Después de casi un año de rechazo de patentes y solicitudes, fueron aceptadas en el marketplace de la gigante estadounidense. “Principalmente nos rechazaban porque en Estados Unidos estos productos se hacen con otros estándares”, cuenta Araya. Tras 30 solicitudes, lograron certificarse.
En esa época dieron el gran salto, empezaron a crecer un 50% mes a mes y ya están vendiendo $ 100 millones al mes solamente por la vía Amazon. “Llegamos con proyección de ventas por $ 150 millones anuales y ya proyectamos más de mil millones”, destaca la fundadora.
Gracias al éxito de esta estrategia, y para evitar los quiebres de stock por los que castiga la empresa fundada por Jeff Bezos, están abriendo la tienda online en Estados Unidos y un laboratorio en Colombia que les permitirá despachar más rápido a ese mercado.