Despidos masivas y cese de operaciones en mercados que no hace mucho tiempo atrás eran considerados estratégicos. Esta ha sido la tónica en el mundo de las aplicaciones de entregas a domicilio y de movilidad en el último año. 

El movimiento más reciente lo dio a conocer DFSUD el viernes pasado con la salida de DiDi Food -la vertical de delivery de la empresa china DiDi- de Chile y República Dominicana, mercados donde la matriz pasaría solo a competir en el segmento de movilidad.

Pero el paso de la firma asiática no fue al azar; en enero pasado, la compañía ya había dado pistas de sus ajustes, luego de realizar una desvinculación masiva de sus colaboradores del negocio de viajes en Chile, Perú, México y Brasil, mercado donde también descontinuó la operación de entregas a domicilio que funcionaba bajo el nombre de 99 Food. 

Previo a esto, el remezón lo causó Jokr, otra aplicación de entregas que, en febrero pasado, dejó Chile, vendió sus operaciones al gigante minorista InRetail en Perú, y activó la búsqueda de un comprador para el negocio en México. En cambio, la aplicación que se había convertido en unicornio en 2021, decidió centrarse en el mercado brasileño a través de su marca Daki. 

Ese mismo mes se conoció que Cabify dejó de operar en Ecuador luego de seis años sin mayores rentabilidades; pero, a diferencia de los dos anteriores, la app se mantuvo en el resto de las economías en las que opera en la región y manifestó su intención de seguir creciendo.

De hecho, unos meses más tarde, en marzo, cerró una ronda de inversión por US$ 110 millones y comunicó que dichos recursos se destinarían a financiar su crecimiento en España y América Latina donde compite activamente en los viajes compartidos en Chile, Perú, Argentina, México, Colombia y Uruguay.

Y si bien no se trata directamente de una plataforma de movilidad, hace tan solo un mes el mercado se vio sorprendido por la noticia de la retirada de OLX Autos, la multinacional neerlandesa de compra y venta de autos usados, de Argentina, Colombia y México.

Un día después DFSUD.com consiguió la confirmación exclusiva que la operación en Chile se pondría en venta y que las conversaciones con un eventual comprador -como el Grupo Automotriz Cordillera (de los hermanos Israel) o la automotriz Bruno Fritsch- estarían en una etapa avanzada.

El difícil entorno

Para el académico de la Universidad de Externado de Colombia, Rafael Piñeros, son varios los factores que explican el fenómeno detrás de la “huída de las apps”, aunque el mayor peso está relacionado con la endeble situación de la economía, “que no es ajena, incluso, al segmento tecnológico” y los altos niveles de competencia que existen. 

Y es que, este último no es un dato menor. Según el portal Statista, el mercado de las apps en América Latina en 2021 estaba siendo dominado por la brasileña iFood con 27,12 millones de descargas, aunque cabe recordar que a finales del año pasado esta app anunció la retirada de Colombia, hasta entonces su segundo mercado, para centrarse en la nación de origen. 

En orden, le siguieron la gigante colombiana Rappi con 14,7 millones de descargas, Uber Eats con 12,4 millones y PedidosYa con 9,9 millones. 

Sumado a lo anterior, Piñeros hizo hincapié en la falta de regulación sobre el sector, pues recién Chile, con su Ley de Trabajadores de Plataformas Digitales, es uno de los primeros a nivel mundial en normar al sector. Colombia intentó hacer lo propio con su reforma laboral, pero no lo logró, y en México pasó algo similar.  

Por su parte, el académico de la colombiana Universidad de La Sabana, Johan Caldas, suma un cuarto elemento: la devaluación de las monedas de los países emergentes. “Los inversionistas decían, para nosotros no es negocio porque los ingresos los convierten en moneda extranjera y al cambio acusaban el golpe”, respondió a consultas de DFSUD.

Y señaló que dichas fluctuaciones cambiarias se agudizaron con la llegada de gobiernos de izquierda a la región. “La incertidumbre sobre estabilidad o certeza jurídica no ayuda a compensar los efectos económicos adversos”, dijo el abogado y economista. 

Año más complejo

La crisis de las apps tuvo su punto fuerte en 2022, sobre todo hacia el segundo semestre de ese año.

El caso más emblemático fue probablemente el de la plataforma griega de movilidad Beat que salió por completo de Latinoamérica después de una década presente en al menos cinco países: México, Colombia, Perú, Chile y Argentina). El argumento que en ese momento citó como razón de su decisión fue el de “la feroz competencia”. 

Just Eat TakeAway es otro ejemplo. La compañía europea, que participaba en Colombia y Brasil a través de un acuerdo de colaboración con iFood, vendió su participación de 33% a MIH Movile Holdings, una filial de Prosus, por US$ 1.807 millones. Tras esto, dejó de operar en la región. 

En tanto, en otra vertical del negocio, desde los supermercados la app colombiana Merqueo dejó México en junio de 2022 para concentrarse en consolidar su posición en su país y darle mayor fuerza a su expansión en Brasil.

Por su parte, Shopee, la rama de comercio electrónico de Sea Ltd, también hizo lo propio en septiembre pasado, cuando comunicó que cerraría las operaciones locales en Chile, Colombia, México y Argentina.

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