La pandemia generada por el coronavirus en todo el mundo ha provocado una serie de inconvenientes, tanto en lo económico como en lo social. En el primer aspecto, el mercado laboral ha sido el más afectado, ya que según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), en un año se han perdido 1,8 millones de empleos en el país.
El desglosar la tasa de desocupación por nacionalidad debido a la crisis sanitaria, los ocupados nacionales cayeron al 20% en un año (cerca de 1,7 millones de personas), mientras que el descenso en el caso de los inmigrantes fue de 11,1%, lo que implica la destrucción de al menos 100 mil puestos de trabajo en pandemia.
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Así lo detalló un estudio del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (Clapes UC). Según recoge El Mercurio, aunque el desempleo ha afectado a más chilenos, la tasa en el caso de extranjeros ha subido más en términos anuales, llegando a un 14,8% versus el 11,9% nacional.
El investigador de este estudio, Juan Bravo, precisó que este escenario se debe a las diferencias de comportamiento observadas entre quienes han perdido el empleo. “Mientras que en el caso de los chilenos el grueso de quienes pierden su empleo pasa a inactivo, en el caso de los inmigrantes el grueso pasa a desocupado”. Este último concepto, es el que agrupa a quienes buscan una nueva opción laboral.
En este contexto, los extranjeros se ven más obligados a tener que trabajar. “Eso se ve en que, por ejemplo, en los inmigrantes el empleo por cuenta propia no ha caído, a diferencia del desplome que se ve en estos trabajos en el caso de los chilenos, lo que da cuenta de esa mayor necesidad”, sostuvo.
Este estudio también menciona que la participación migrante dentro del total de ocupación aumentó en comparación al 9% del trimestre abril-junio del 2019, alcanzando un 10% en el mismo periodo este 2020.
Finalmente, se precisa que la población extranjera que registró la menor pérdida de trabajos debido al coronavirus, fue la venezolana, que en contraste con otras comunidades de migrantes (colombianos y peruanos) aumentaron en un 15% su nivel de empleo.
