Es uno de los productos en riesgo por la actual disputa comercial entre México y el gobierno de Donald Trump: los pantalones vaqueros para hombres.

El 50% de estas prendas que se venden en Estados Unidos es fabricado en México, donde algunas de las principales marcas mantienen sus plantas de producción.

Las empresas mexicanas son el segundo proveedor más importante de consorcios como Levi´s, por detrás de Bangladesh.

México es además el segundo exportador de la tela de mezclilla a Estados Unidos.

Y con 180 millones de metros cuadrados cada año, también es el séptimo exportador de la tela en el mundo, según datos del gubernamental Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi).

Los jeans mexicanos también se llevan en EE.UU.

Así, ante la eventual negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el sector del vestido podría entrar en dificultadesadvierten especialistas.

Según la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), la mezclilla y pantalones vaqueros son su principal producto de exportación.

De esta actividad dependen más de 125.000 empleados, de acuerdo con el registro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Más de 2.000 empresas en todo el país se dedican a la fabricación de ropa de mezclilla, especialmente jeans, especialmente en Durango, Puebla, Guanajuato y el Estado de México.

El riesgo estadounidense

La incertidumbre, sin embargo, no afecta sólo a México.

Según la Asociación Americana de Vestido y Calzado, en EE.UU. existen más de 64.000 trabajadores que dependen del comercio de jeans elaborados en México.

La mayoría se encuentran en Carolina del Norte y del Sur, así como en Georgia.

Estos empleos se encuentran en riesgo, así como otros muchos que dependen indirectamente de la actividad insiste la organización.

Eso sin contar con el aumento de precios como consecuencia de un eventual impuesto a la mercancía, como ha mencionado el presidente Trump.

El método más común de producción es que las compañías estadounidenses envían la tela cortada para los pantalones hacia México.

Aquí las prendas se cosen y se les da el acabado final. Luego regresan a Estados Unidos en forma de pantalones vaqueros.

Pero también hay prendas elaboradas totalmente por trabajadores mexicanos, y tela de mezclilla que se envía a las filiales en EE.UU.

En ambos casos el TLCAN es fundamental: como la tela y maquila del producto se realizan dentro de la región, la mercancía está libre de impuestos.

"Estamos a la expectativa"

Los datos de la Asociación señalan que en promedio los estadounidenses cuentan con 7 jeans en su armario.

Los mexicanos tienen menos: un promedio de 5 por persona.

Yel intercambio comercial de jeans para hombres entre los dos países supera los US$8.000 millones al año, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive).

Empresas como Levi´s, Diesel, Gap, Hollister, Calvin Klein, Tommy Hilfiger y Guess se abastecen con fabricantes mexicanos.

¿Qué tan posible es un cambio en este escenario?

Algunos como Rufino López Pérez, presidente de la Canaive en Tehuacán, Puebla (uno de los principales centros productores de jeans en el país) reconocen que hay incertidumbre entre los empresarios.

"Estamos a la expectativa de lo que pueda ocurrir", explica.

Pero otros ven complicado que las condiciones actuales del comercio se modifiquen radicalmente.

Aplicar aranceles en un producto del que Estados Unidos es muy dependiente causaría graves problemas, señalan especialistas.

Y tratar de impedir que empresarios de ese país mantengan sus vínculos de comercio y producción con sus colegas mexicanos es más difícil.

"Trump no puede imponer impuestos a sus exportaciones, sería la primera vez en la historia de la economía", le dice a BBC Mundo Antonio Gazol, profesor de la Facultad de economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Ya es evidente. A pesar de la controversia comercial entre los gobiernos del presidente Enrique Peña Nieto y Donald Trump, el intercambio y convenios de negocios continúan.

"Se han acercado más socios americanos", afirma Gustavo Bojalil, presidente de la Canaive en Puebla.

"El tiempo de respuesta es más rápido en México que en lugares como China. Eso hace que muchas empresas sigan en lo que se negocia el TLCAN".

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