Los precios del cobre caían el miércoles a mínimos de casi un mes, frenando su mayor repunte en años, ya que las fuertes expectativas de demanda del metal conductor, crucial para la electrificación, aún no se han traducido en un mayor consumo.

A las 1202 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) operaba en mínimos desde el 9 de mayo, a 9.865 dólares por tonelada, por debajo del nivel técnico clave de 10.000 dólares.

Los precios del cobre han alcanzado máximos históricos en las bolsas de Londres, Shanghái y Chicago en los últimos dos meses. El cobre en la LME ha retrocedido desde entonces, pero sigue acumulando un alza del 15% en lo que va de año.

"Los fundamentos no estaban ahí antes de la subida del cobre y tras el repunte de los precios empeoraron aún más", afirmó Tom Price, de Liberum.

Los inventarios de China, principal consumidor mundial de cobre, se situaban por última vez en 321.695 toneladas, su máximo desde abril de 2020, mientras que las existencias en la LME alcanzaban las 118.950 toneladas, su cota más elevada desde el 24 de abril.

Desde mediados de mayo, los vendedores han tenido que pagar a sus clientes chinos por desabastecerse de cobre, en lugar de recibir una prima sobre el precio de intercambio, como ocurría anteriormente.

Desde fines de mayo, más fondos han estado vendiendo cobre y comprando aluminio, que ha ganado un 11% en lo que va de año. El aluminio en la LME restaba por última vez un 1,5%, a 2,622,5 dólares.

En otros metales básicos, el níquel caía un 2,7%, a 18.560 dólares; el zinc perdía un 2%, a 2.875 dólares; el estaño cedía un 1,2%, a 31.550 dólares; y el plomo bajaba un 0,7%, a 2.226,5 dólares.

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