La ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, firmó, en Bruselas, Bélgica, el acuerdo modernizador de Chile con la Unión Europea (UE). El convenio que data del 2002 tenía la necesidad de “modernizarse” porque “el mundo ha cambiado”, dijeron desde la UE y destacaron que abre “nuevas oportunidades” para ambas partes en materia de negocios.
La canciller Urrejola destacó que el acuerdo con la Unión Europea es un trabajo de años, con un política de Estado que incluyó a los gobiernos de Sebastián Piñera y de Michelle Bachelet.
“La modernización del acuerdo de modernización refleja una política de Estado, proceso que ha incluido a tres administraciones de gobierno y obedece a la importancia compartida de actualizar el marco legal que rige gran parte de la relación bilateral entre Chile y la Unión Europea en las próximas décadas”, enfatizó Urrejola.
Ambas partes destacaron que el acuerdo incluye distintos ámbitos; como la economía, política y protección del medioambiente. El cicepresidente Ejecutivo de la Comisión Europea para el Euro y del Diálogo Social y Comisario de Comercio, Valdis Dombrovskis, destacó los acuerdos económicos de los compromisos.
“Hemos trabajado como aliados, con pensamientos similares, durante mucho tiempo. Ambos creemos en defender el sistema de comercio multilateral y normas generales de comercio justas. Viene un momento de mucha tensión geopolítica, por la guerra de Rusia en Ucrania, y tenemos la necesidad de crear más alianzas con socios de confianza, como hay en América Latina”, dijo Dombrovskis.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrel, destacó el mejor acceso al mercado europeo que tendrá el mercado chileno. Un 99,6% de los productos chilenos va a poder ingresar con preferencias arancelarias a la UE.
“El acuerdo va a abrir un potencial de inversión y comercio para ambas partes y va a permitir a las empresas de todos los tamaños tener mejores resultados. Hemos trabajado, principalmente, para que las empresas de menores tamaño, tengan mejores resultados”, añadió.
La ministra Urrejola hizo énfasis en la importancia política que también tiene este acuerdo, que resalta compromisos democráticos como el respeto a los derechos humanos y principios democráticos que, en caso de romperse, podrían poner fin a este compromiso.
“En la parte política, este acuerdo espera fortalecer la cooperación ya existente para enfrentar las amenazas tradicionales a la paz y seguridad internacional. Al mismo tiempo, las negociaciones permitieron incorporar amenazas emergentes como ciberseguridad, lavado de dinero y financiamiento al terrorismo”, precisó Urrejola.