El Imacec de Junio de 0,8% se ubicó en la zona más baja de las proyecciones de los analistas, encendiendo alertas respecto a la performance que tendrá la economía.
Tras conocerse los resultados, BBVA envió un reporte en el cual alerta que “la economía se encuentra con la mitad del trabajo hecho para entrar en una recesión técnica al contraerse 2,6% t/t anualizado. Anticipamos una nueva corrección a la baja en la estimación de PIB 2016 y 2017 -actualmente en 1,7% y 2,1%, respectivamente- en la Encuesta de Expectativas Económicas”, señaló el banco.
El Imacec de junio implicó que en el segundo trimestre el crecimiento llegara a 1,1%, el peor trimestre desde 2010, cuando la economía sufría los efectos del terremoto del 27F. BBVA explica que “con todo, de darse cualquier ajuste productivo a nivel sectorial el tercer trimestre de 2016 que lleve a una contracción desestacionalizada, podríamos entrar en recesión técnica”.
Bajo ese escenario, el banco apunta al Banco Central y se pregunta: “¿Seguirá el Banco Central con una postura de alza de tasas ante inflación ya dentro del rango meta y la economía con riesgo material de recesión? Lo dudamos si existe una evaluación balanceada de la economía y sus riesgos internos y externos”, sentencia.
Asimismo, la entidad financiera explica que la sorpresa negativa de este IMACEC debiese llevar a un nuevo ajuste a la baja en la estimación de consenso para el año, que se mantuvo por 1,7% durante los últimos cinco meses.
“No es descartable que continúen los castigos al crecimiento de 2017 que ya se ubica en 2,1%, muy cerca del piso del rango de crecimiento del último IPoM (2%-3%) que claramente ha quedado obsoleto y deberá ajustarse a la baja en el mes de septiembre”, señala.
Para el mes de julio, BBVA proyecta un crecimiento del IMACEC entre 0,3% a 1,3% año a año y una inflación de para junio de -0,02%. Considera que la cifra que se da a conocer este lunes, dará cuenta de presiones inflacionarias acotadas de corto plazo (IPC anual 3,7%).
“En tanto a mediano plazo, una economía que no retoma potencial en el horizonte de política y no presenta presiones cambiarias relevantes, aún si el tipo de cambio experimenta depreciaciones moderadas los próximos meses, no sería capaz de generar inflación como la estimada en las encuestas y precio de activos”, explica.