Cada vez que una persona necesita un préstamo, el banco evalúa su capacidad de pago.

Lo mismo le ocurre a las grandes empresas que en ocasiones -en vez de solicitar un préstamo al banco- se financian emitiendo deuda a través de un bono.

Suelen ser instrumentos de deuda a largo plazo, clasificados en una escala que va desde los más seguros, hasta los bonos con mayor riesgo de impago, también llamados "bonos basura" en la jerga financiera.

Y eso es precisamente un ángel caído: una empresa con dificultades para financiarse porque sus bonos cayeron en desgracia.

Algo así le ocurrió a la empresa estadounidense Xerox, una de las últimas en sumarse al club, luego que sus bonos fueran degradados hace unas semanas.

Según la agencia calificadora de riesgo Standard & Poor's (S&P), en 2018 hubo 22 compañías a nivel global que entraron en la categoría de ángeles caídos, de las cuales tres son empresas latinoamericanas: Operadora de Sites Mexicanos, BRF (Brasil) y Globo (Brasil).

"Las empresas que tienen una rebaja en su rating no quedan sin acceso al mercado del crédito, pero se les hace más costoso conseguir el financiamiento", le dice a BBC Mundo Luciano Gremone, director senior y gerente de análisis de la división de Rating Corporativo en América Latina de S&P.

En la lista de ángeles que potencialmente podrían caer, hay empresas como Ford Motor, General Electric, PG&E o Verizon, que permanecen bajo la atenta mirada de las agencias calificadoras, que miden la capacidad de una firma (o un gobierno) para pagar sus deudas.

Aunque por lo pronto nadie ha encendido una señal de alarma, analistas de JPMorgan, por ejemplo, han manifestado su preocupación porque este año aumente la cantidad de ángeles caídos, en la medida que empeoren las condiciones de la economía estadounidense.

¿Y ese nombre?

Nadie sabe de dónde viene, pero circulan varias historias que buscan explicar su origen.

Un artículo publicado en 1984 en el periódico American Banker, le atribuyó la expresión "ángeles caídos" a David Solomon, quien lideraba la firma de inversiones Solomon Asset Management.

En aquel entonces, Solomon era un conocido inversionista en el sector de los "bonos basura", que era una de las especialidades de su compañía.

Aunque esta es la versión más difundida, hasta ahora no se ha podido comprobar su autenticidad.

¿Cómo funciona y cuál es el mayor riesgo?

La calificación (hecha por agencias como Moody's, S&P o Fitch) le permite a los inversionistas determinar el riesgo de un crédito y evaluar si el interés ofrecido es razonable.

Estas agencias califican el estatus crediticio de las empresas usando un sistema alfabético, donde AAA es la mejor calificación y D es la peor.

Con todo, hay inversionistas que prefieren la adrenalina y optan por financiar a empresas altamente endeudadas y con bajo rating para conseguir mayores ganancias.

En estos casos se habla de una "especulación de riesgo" en el mercado de los bonos corporativos.

Entre los mayores riesgos de que una empresa se transforme en ángel caído, es que desencadene una ola de ventas en los mercados.

Aunque es un fenómeno impredecible, hay algunos inversores que -de acuerdo a sus propios reglamentos- no pueden tener bonos basura y por lo tanto, tratan de venderlos tan pronto como sea posible.

Este tipo de ventas suele generar una caída en el precio de los bonos basura, lo cual dificulta aún más las opciones de financiamiento para las empresas y afecta directamente su capacidad para pagar las deudas.

La preocupación de algunos analistas es que en Estados Unidos está creciendo la cantidad de empresas que se ubican justo un paso antes de caer a la lista negra.

A eso se suma el alza en los montos de dinero adeudado, que en los próximos años deberá ser renegociado bajo la presión de tasas de interés probablemente más altas, un factor que puede afectar el crecimiento económico.

Los últimos ángeles caídos

De los 22 ángeles caídos en 2018 según Standard & Poor's, tres son empresas latinoamericanas, 12 estadounidenses y tres turcas.

El resto son compañías de España, Indonesia, Israel y Dinamarca. De ellas, la más endeudada es la israelí Teva Pharmaceutical.

Por sectores, los más afectados fueron las instituciones financieras, telecomunicaciones, retail y restaurantes.

La otra cara de la moneda son las "estrellas ascendentes", aquellas empresas cuyo estatus crediticio aumentó y les permitió dejar atrás la amenaza de los bonos basura.

Entraron en esta clasificación 40 empresas en 2018.

Y en la categoría de "potenciales" ángeles caídos, Standard & Poor's detectó 35 empresas que en cualquier momento podrían quedar expuestas a una rebaja en su calificación.

¿Demasiada deuda en Estados Unidos?

Tras una histórica década de tasas de interés bajas a nivel global, el ciclo ahora va encaminado hacia una subida del costo del crédito.

Y como las proyecciones apuntan a una desaceleración del crecimiento de Estados Unidos, la prensa especializada en ese país ha comenzado a prestarle más atención al tema de la deuda corporativa y la posibilidad de que alcance niveles peligrosos, dado que ha crecido casi dos tercios desde la crisis financiera de 2008.

Incluso el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, manifestó su inquietud porque en el último año las compañías que más han aumentado su nivel de endeudamiento son aquellas que ya arrastraban una carga pesada.

Sin embargo, Powell aseguró que "por ahora" el sistema financiero está a resguardo.

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