Desde sistemas de defensa hasta coches eléctricos: si elimináramos el uso de las tierras raras volveríamos a la década de los 60.
El reciente descubrimiento en Suecia del mayor yacimiento europeo de tierras raras, con más de un millón de toneladas, fue recibido con alivio en los despachos de Bruselas.
La guerra de Ucrania y los problemas de suministro energético debido a la gran dependencia del gas ruso hizo saltar las alarmas sobre otro de los problemas de dependencia que lleva tiempo preocupando tanto dentro como fuera de la Unión Europea: las tierras raras.
Alrededor del 98% de las tierras raras utilizadas en la UE en 2021 se importaron de China. El gigante asiático ha desarrollado estratégicamente un monopolio en el mercado de las tierras raras desde la década de 1990.
Actualmente, el 80% de estas tierras se produce en ese país, un negocio al alza. En concreto, se prevé que su demanda se quintuplique de aquí a 2030.
"El litio y las tierras raras serán pronto más importantes que el petróleo y el gas", declaró el año pasado el Comisario de Mercado Interior de la UE, Thierry Breton.
Pero, ¿qué son exactamente las tierras raras y por qué son tan valiosas?
No son tierras
A pesar de lo que se pueda pensar por su nombre, no son tierras. Son 17 elementos químicos de la tabla periódica.
Por un lado, el escandio y el itrio, y por otro, los 15 elementos del grupo de los lantánidos.
Además, si bien se habla de la existencia de 17 elementos, hay uno de ellos, el prometio, que es un elemento radiactivo muy escaso. Tan escaso que no llega a 1 kg en toda la corteza terrestre. Esto quiere decir que en realidad hay 16 elementos químicos que pueden tener interés industrial y tecnológico.
"La manera rápida de comprender su importancia es que si nuestra sociedad de alta tecnología no tuviera los elementos de las tierras raras, no sería de alta tecnología", explica a BBC Mundo Ricardo Prego Reboredo, profesor de investigación del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España).
"Es decir, cuando empezaron a desarrollarse y a descubrirse sus propiedades y aplicaciones, en la década de 1960 con la televisión en color, se desarrolló toda la parte de electrónica y otra serie de dispositivos, de tal manera que si ahora los quitaras de la sociedad volveríamos a la década de los 60", indica el experto español.
Para qué sirven estos elementos químicos
Las tierras raras tienen numerosas aplicaciones. El escandio, por ejemplo, está en la estructura de los aviones, en las raquetas de tenis o en las bicicletas para hacerlas más duras. El itrio se encuentra, por su parte, en objetos como las pantallas LCD o en bombillas de bajo consumo.
"Vale la pena citar a dos, que creo que son la base de lo que han descubierto en el depósito de Suecia, que son el praseodimio y el neodimio, muy importantes en la fabricación de imanes y motores eléctricos, sobre todo, en aerogeneradores y en vehículos eléctricos. También en drones", indica Prego.
"Tienen más aplicaciones, pero ésta es la mayor demanda que hay hoy en día. Intervienen en hacer los imanes mucho más potentes. Un ejemplo sencillo de esto serían las neveras de nuestras casas, cuyos motores son ahora mucho más pequeños y silenciosos. Esto es porque hoy en día estos motores incorporan estos elementos".
También son importantes en el sector de la defensa, donde las tierras raras permiten desarrollar capacidades militares y sistemas de combate más eficaces, ágiles e inteligentes. Sin ellas, muchos de los sistemas de armas de alto rendimiento que equipan a los ejércitos no podrían producirse.
"Es como si fuese el petróleo del siglo XXI, porque hacen falta pequeñas cantidades, pero son extremadamente útiles y sin ellas no tendríamos la tecnología que tenemos actualmente", declara a BBC Mundo Juan Diego Rodríguez Blanco, profesor asociado del Trinity College Dublin e investigador de iCRAG (Centro de investigación de Geociencias Aplicadas de Irlanda).
"No hay prácticamente rama de la ciencia de la tecnología que no emplee tierras raras", agrega el experto en nanomineralogía.
Dificultades de explotación
Las tierras raras no son escasas en la corteza terrestre, están prácticamente en todas las rocas, el problema es la proporción en la que están. La baja concentración en la que se encuentran en los minerales hace extremadamente compleja y contaminante su extracción.
Hay yacimientos de diversos tamaños que pueden contener tierras raras pero no son explotables fácilmente o está prohibida su extracción al estar cerca de áreas protegidas, como es el caso de Groenlandia.
A esto se suma el hecho de que separar las tierras raras y purificarlas es medioambientalmente muy agresivo y muy costoso. Esto llevó a muchos países, como Estados Unidos, que tenían tierras raras a mandarlas a China para su procesamiento y evitarse así el coste medioambiental.
"Extraerlas puede ser complicado, porque son procesos químicos y físicos, que son caros, costosos y contaminantes, eso es lo primero. Lo segundo es separar las tierras raras, porque para aplicaciones tecnológicas utilizamos una o dos como mucho, no las utilizamos todas", indica Rodríguez Blanco.
"Hacen falta temperaturas enormes y procesos industriales muy complejos para explotarlos y el problema es que si obtenemos un mineral de tierras raras de la naturaleza algunos puede ser que tengan mucha cantidad, pero hay otros que tienen una cantidad ínfima. Son como impurezas muy pequeñas", declara.
"Es como si tienes un plato de sopa y tienes que extraer de ahí la sal que has utilizado. Si hubiera que extraer los fideos a lo mejor sería más fácil, pero la sal está en muy pequeña cantidad y es más trabajoso", explica el experto.
Yacimiento de Suecia
Según las primeras estimaciones, el depósito Per Geijer, encontrado al lado de la explotación de Kiruna, una gran región minera del país escandinavo, contiene más de "un millón de toneladas de óxidos de tierras raras", pero el grupo minero público LKAB admitió que todavía no había cuantificado su magnitud exacta. Queda "un largo camino" para recorrer antes de que se pueda explotar, advirtió LKAB.
"Prevemos que se necesitarán varios años para estudiar el yacimiento y las condiciones de explotación rentable y duradera", indicó el director general del LKAB, Jan Moström, sobre el depósito de Per Geijer.
A pesar de que todo el proceso se puede demorar "entre 10 y 15 años", según reconocieron sus responsables, la noticia ha sido recibida con gran optimismo.
"Se trata del más grande yacimiento conocido de elementos de tierras raras en nuestra parte del mundo, y podría convertirse en un elemento básico importante para la producción de materias primas críticas, absolutamente cruciales para la transición verde", señaló Moström. "Nos enfrentamos a un problema de suministro. Sin minas, no puede haber vehículos eléctricos", agregó el directivo en un comunicado.
"Este yacimiento bastaría para satisfacer gran parte de la futura demanda de la UE para fabricar los imanes que necesitan los motores eléctricos de, entre otros, los vehículos eléctricos y las turbinas eólicas", indicaron desde la empresa.
Asimismo, según los datos facilitados por sus responsables, el yacimiento de Per Geijer contiene hasta siete veces más fósforo que los yacimientos que LKAB explota actualmente en Kiruna.
El fósforo es uno de los tres nutrientes de los abonos minerales necesarios para la producción de alimentos y figura en la lista de minerales críticos de la UE, ya que el 90% del fósforo viene actualmente del exterior.
"Herramienta geopolítica"
"Como zona de explotación es muy esperanzadora para Europa en el sentido de que en estos momentos todo viene de fuera", reconoce el experto del CSIC.
"Pero tiene un matiz importante y es que una cosa es obtener las tierras raras a partir del mineral que tienen y otra cosa es fabricar los dispositivos. No solamente las tierras raras se explotan en China, sino que ellos son los mayores fabricantes de imanes y de ese tipo de productos", explica Prego sobre la importancia de "cerrar el ciclo del aprovechamiento de los elementos de las tierras raras", algo que cree que es lo que tienen pensado hacer.
"El otro problema que puedes tener es que desde que tú ves que un depósito puede ser explotable hasta que tienes la explotación, pueden pasar entre 10 y 15 años y eso también es otro hándicap importante, más importante incluso que la posible resolución del problema de la contaminación ambiental", agrega.
De la misma manera lo ve Rodríguez Blanco que no cree "que se pueda dejar de depender de China tan rápidamente".
A pesar de todo, la noticia fue recibida de manera esperanzadora por los políticos europeos, que llevan tiempo alertando de la importancia de reducir la dependencia exterior conscientes de la posibilidad de que China lo use como medida de presión ante alguna disputa diplomática.
Esto sucedió en 2010, cuando China restringió las exportaciones de tierras raras a Japón por una disputa territorial y también fue usada como arma política en su guerra comercial con Estados Unidos, en 2019.
"Estos elementos se han convertido en una herramienta geopolítica", indicó la consultora británica Roskill en un análisis.
"Tenemos que evitar encontrarnos de nuevo en una situación de dependencia, como en el caso del petróleo y el gas", advirtió hace unos meses la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Como parte de sus esfuerzos para atajar el calentamiento climático, la UE acordó poner fin a las ventas de coches nuevos de gasolina y diésel a partir de 2035. Estos deberán ser remplazados por modelos eléctricos, lo que va a multiplicar las necesidades de tierras raras.
"La electrificación, la autosuficiencia de la UE y su independencia de Rusia y China empezarán en la mina", afirmó la ministra sueca de Energía, Ebba Busch.