Hoy por hoy se necesitan dos generaciones para que una familia pobre de Dinamarca alcance el ingreso medio del país. En Francia son seis, y en Brasil nueve.
Esto es, quienes nacieron familias de bajos recursos tienen más opciones de comprar una casa, obtener buena educación y experimentar una vida mejor que la de sus padres si lo hicieron en el país nórdico.
Eso lo señala el Índice de Movilidad Social Global del Foro Económico Mundial, presentado esta semana en la ciudad suiza de Davos, y que clasifica a 82 países según la capacidad de sus ciudadanos para alcanzar su mayor potencial, independientemente de sus antecedentes socioeconómicos.
El estudio evalúa el estado actual de la movilidad social, teniendo en cuenta factores como el acceso a la salud, la educación, la protección social, el acceso a la tecnología, los salarios y las oportunidades de empleo.
Y concluye que 17 de las 20 sociedades con mayor movilidad social están en Europa, mientras que Estados Unidos ocupa el lugar 27, China el 45, México el 58 y Brasil el 60.
En América Latina el país con mayor movilidad social es Uruguay.
Y a nivel global, el ranking está liderado por Dinamarca.
"Hay poca movilidad social en Latinoamérica", dice Thierry Geiger, jefe de Análisis Comparativo del Foro Económico Mundial, en conversación con BBC Mundo desde Davos.
"Esa falta de movilidad está relacionada con los altos niveles de desigualdad que hay en la región".
Sin embargo, países como Uruguay o Costa Rica tienen una mejor posición en relación a sus vecinos.
"La educación en Costa Rica es relativamente buena y hay más oportunidades de trabajo que en otros países de Latinoamérica", apunta Geiger.
"Pero la distribución de la riqueza sigue siendo un problema", agrega, dado que la desigualdad ha aumentado en Latinoamérica, como también lo ha hecho en otras partes del mundo.
Movilidad social en el mundo
La mayor parte de las economías han fallado en proveer las condiciones para que su población pueda prosperar, explica el experto.
Es por eso que las oportunidades de una persona suelen estar directamente relacionadas con su estatus socioeconómico al momento de nacer.
"Históricamente se ha prestado poca atención a que el crecimiento económico sea inclusivo", apunta.
"El sistema económico global tiende a reproducir las desigualdades. Por eso en muchos países las circunstancias en las que naciste y no tus talentos determinan tu futuro".
En ese sentido, argumenta, es necesario igualar las oportunidades.
Un tema que sigue estando en el centro del debate, dado que el desarrollo tecnológico ha polarizado las desigualdades que existen en las sociedades al reducir la demanda por trabajadores con baja calificación.
En ese sentido, el informe plantea que la división digital ha sido exacerbada por las llamadas "empresas superestrella", que son las firmas con altos márgenes de ganancias y poca utilización de mano de obra.
¿Qué proponen?
El Foro Económico Mundial propone algunas medidas para que los gobiernos promuevan un mayor nivel de movilidad social:
- Mejorar la progresividad fiscal (que paguen más impuestos los que tienen más recursos).
- Disminuir la concentración de la riqueza
- Cambiar el balance de las fuentes impositivas
- Estimular el gasto social con fondos públicos e incentivos
- Aumentar el apoyo a la educación y el aprendizaje a lo largo de la vida con financiamiento público y privado
- Aumentar la protección social de los trabajadores
Y en el caso de las empresas, el estudio sugiere ciertas prácticas que pueden agregar aceite al engranaje de la movilidad en las sociedades:
- Promover una cultura de la meritocracia en las contrataciones
- Proveer educación profesional
- Reentrenar y mejorar las habilidades de su fuerza laboral
- Pagar salarios justos
- Crear planes para reducir desigualdades históricas en cada sector económico
¿Por qué las empresas deberían interesarse en promover estas medidas?
El estudio señala que existe evidencia de que las empresas que ponen un propósito por sobre las ganancias obtienen mejores resultados a largo plazo.
Las empresas, agrega, se están dando cuenta de que enfrentan riesgos provenientes de los desafíos sociales no resueltos, como por ejemplo, la desigualdad.
La visión que está presente en el estudio es que si las sociedades son más equitativas, las bases de consumidores crecen, los entornos operativos se vuelven más estables y existe una mayor confianza entre los clientes y las partes que participan en el negocio.
"Pagar sueldos justos y eliminar la brecha salarial de género también será crucial para impulsar la movilidad social", apunta la publicación.
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