El agua y el gas que tienes en tu casa, el banco donde está tu dinero, la carretera por la que transita tu auto o el vino espumante que te tomas podrían ser de origen de catalán.

Y es que gigantes como Aguas de Barcelona, Caixa Bank, Banc Sadadell, Abertis, Codorníu o Freixenet son empresas que tienen su origen en Cataluña y además cuentan con una fuerte presencia en América Latina.

Por el tamaño de su mercado, México es el país que concentra la mayor cantidad de inversiones catalanas en la región.

Pero en la mayoría de países latinoamericanos hay presencia de productos y servicios de compañías provenientes de este territorio del noreste de España, en que el movimiento independentista mantiene desde hace años tenso un pulso con el gobierno de Madrid que se ha recrudecido en el último mes.

Los gigantes catalanes

En las últimas décadas, y a medida que se aceleraban por parte de los gobiernos las privatizaciones de compañías públicas en América Latina, muchas empresas catalanas, con el respaldo de multimillonarios consorcios, entraron en la gestión de recursos naturales.

Es el caso de la Sociedad General de Aguas de Barcelona (Agbar), matriz de Aguas de Barcelona, que tiene presencia en Chile, México, Colombia, Perú y Brasil.

También el de Gas Natural Fenosa, cuya red se expande por Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, México, Panamá, Perú, Puerto Rico y República Dominicana.

Si hablamos de recursos financieros, el liderazgo lo llevan CaixaBank (que tiene oficinas de representación en Chile, Colombia, Brasil y Perú) y el Banco Sabadell (con representaciones en Brasil, Colombia, Perú, República Dominicana) y una filial en México (Banco Sabadell México).

En los últimos años, las compañías catalanas también han invertido en la construcción de autopistas, un sector dominado en la región por Abertis, una de las mayores empresas de infraestructuras a nivel mundial, que ha invertido con fuerza en el mercado de concesiones de Argentina, Chile, Brasil y Colombia.

En el sector automotriz, la automotriz SEAT (cuya sede central está en la provincia de Barcelona y pertenece al grupo Volkswagen) tiene a México entre los 10 países con más crecimiento de ventas de sus automóviles.

Y aunque América Latina, como región, no está entre sus principales mercados a nivel mundial, sí vende vehículos en países como Bolivia, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

En este caso -aunque SEAT está controlada por capitales alemanes- sigue siendo un ícono de la industria automovilística.

Su planta ubicada en Martorell, Barcelona, es la que más vehículos fabrica en España.

En menor escala, también tienen presencia en la región empresas de productos de alimentación y bebidas, como los fabricantes de cava Codorníu y Freixenet.

Las empresas catalanas frente al desafío independentista

Luego del referéndum independentista del pasado 1 de octubre y del anuncio del gobierno catalán de que iba a producirse una declaración unilateral de independencia de España -que posteriormente fue suspendida- importantes empresas catalanas anunciaron que trasladaban sus sedes fiscales a otras comunidades autónomas españolas.

Los responsables de esas compañías han asegurado que el traslado se produjo para buscar "seguridad jurídica".

Varias de las grandes empresas catalanas que tienen inversiones en América Latina se encuentran entre las más de 700 que hasta ahora que se han mudado de Cataluña.

José Cruz García, director general de GDP Abogados & Consultores España-México, dice que el éxodo ha sido fundamental para disminuir la incertidumbre entre los inversionistas y clientes.

"Creo que las grandes empresas -con capitales latinoamericanos- que han cambiado su domicilio fiscal y mercantil, gozan ahora de más seguridad y se blindan bajo el paraguas de España".

Con ese mecanismo evitan exponerse al temor que genera una eventual doble tributación (en Cataluña y al mismo tiempo en España) y el castigo de los mercados.

Carlos Malamud, investigador principal de América Latina del Real Instituto Elcano en Madrid, comenta que en los días posteriores al referéndum estuvo en Chile y notó un cierto grado de preocupación del sector empresarial.

"Con el traslado de la sede social hacia otras ciudades españolas, las empresas aseguran mantenerse dentro de la Unión Europea y de la zona euro frente a una eventual independencia catalana, que es poco probable, por no decir imposible", afirmó Malamud en conversación con BBC Mundo.

Según fuentes empresariales consultadas por BBC Mundo, los cambios de sede fiscales de las compañías han tenido un efecto tranquilizador en los empresarios latinoamericanos que comercian con Cataluña, dado que el intercambio comercial no sufrir mayores consecuencias. No obstante, siguen de cerca la evolución del proceso.

Más de 2.000 filiales catalanas en América Latina

Según Catalonia Trade & Investment -la agencia del gobierno catalán para la inversión extranjera y la competitividad- existen 2.452 filiales de empresas catalanas en América Latina y 4.565 empresas exportadoras catalanas regulares, que no exportan de forma esporádica, sino que lo han hecho los últimos 4 años de manera consecutiva.

El año pasado las exportaciones de Cataluña a la región alcanzaron los US$4.500 millones, marcando un crecimiento de 20% en los últimos cinco años.

En este sentido, la agencia proyecta que la tendencia no debería cambiar, independiente de la coyuntura política.

Joan Romero, presidente ejecutivo de la entidad, asegura que el tema de la independencia no tiene efectos económicos negativos.

"Sea cual sea su situación, Cataluña seguirá siendo un destino de negocios atractivo para el inversor internacional", dijo Romero en conversación con BBC Mundo.

El caso de México

El jurista Cruz García, especializado en derecho económico internacional, explica que México y Brasil son los principales mercados regionales para empresas con origen catalán.

"En México, hay grandes inversionistas como Gas Natural o Applus y ambas cotizan en la Bolsa de Valores de España. También está el grupo Planeta, el Banco Sabadell o CaixaBank, donde tiene participación el multimillonario Carlos Slim".

En otro sector, la productora de cava Freixenet, por ejemplo, tiene una importante presencia en el país azteca, con bodegas en el estado de Querétaro desde los año 80.

Sobre la inversión directa de las firmas catalanas en la región, no es fácil llegar a determinar el volumen, dado que su internacionalización hace que en ocasiones las filiales se conviertan en empresas locales del país en el que se instalaron.

Otras veces, algunas sociedades -con su casa matriz en otros países- compran paquetes accionarios importantes, que hacen casi imposible determinar la "nacionalidad" (y menos aún la "regionalidad") de una compañía.

También está el factor de la producción en "cadenas de valor", un esquema bajo el cual el producto final que se vende al consumidor ha sido fabricado en distintos países y con capitales de distinto origen.

A nivel de España en su conjunto, una investigación hecha por Alfredo Arahuetes y Gonzalo Gómez señala que entre 2009 y 2015 América Latina volvió a ser el principal destino de la Inversión Española Directa (IED), con un 41,5% del total, por encima de Estados Unidos y Canadá.

En el caso de las inversiones españolas brutas, la región es el segundo destino después de la Unión Europea.

Según los analistas, los principales receptores de Inversión Española Directa en la región son Brasil, México, Perú, Chile y Argentina.

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