La estabilidad de la compañía china Evergrande, una de las empresas inmobiliarias más valiosas y la más endeudada del planeta, mantiene en vilo también a América Latina.
A principios de esta semana, los problemas financieros del gigante inmobiliario chino sacudieron los mercados mundiales por la preocupación de que la compañía pueda encontrarse al borde de la quiebra.
Evergrande Real Estate Group ejecuta actualmente más de 1.300 proyectos en más de 280 ciudades chinas. Pero hoy en día sus activos no se limitan al desarrollo inmobiliario.
Sus negocios abarcan desde la fabricación de vehículos eléctricos, alimentos y bebidas hasta la gestión patrimonial. Incluso posee uno de los equipos de fútbol más importantes del gigante asiático: el Guangzhou FC.
Últimamente el grupo ha tenido problemas para cumplir con el pago de sus deudas, que en la actualidad ascienden a más de US$300 mil millones.
Algunos analistas advierten de que la quiebra de un promotor inmobiliario tan grande y tan endeudado como Evergrande podría tener no sólo un gran impacto en la economía china, sino que podría causar un efecto domino en el sistema financiero mundial y desatar una crisis similar a la de 2008 tras el colapso del banco de inversiones Lehman Brothers.
Otros analistas, sin embargo, niegan la comparación con la caída del banco estadounidense.
Pero si finalmente Evergrande cayera, América Latina no saldría ilesa.
De hecho, la noticia de una posible quiebra de la compañía afectó a los mercados de materias primas, de los que dependen la gran mayoría de las economías latinoamericanas.
Los precios del cobre se derrumbaron a principios de semana, pues a los inversores les preocupa que la demanda del metal utilizado en la construcción resulte afectada si los proyectos de Evergrande se paralizan.
Los precios del petróleo crudo y algunas de las bolsas más importantes de América Latina también sufrieron.
Las más expuestas
Martina Ogaz, analista de Euroamérica, estima que países como Chile, Perú y Brasil serían los más afectados tras un eventual colapso de la segunda empresa inmobiliaria más grande de China.
"Chile es un gran exportador de cobre y de hierro, Perú también exporta cobre, y Brasil es uno de los mayores productores de hierro a nivel mundial. Estas son sin duda las economías que estarían más expuestas pues ambos materiales se utilizan en la construcción", le dice a BBC Mundo.
El analista brasileño Luciano Rostagno, del Banco Mizuho do Brasil, está de acuerdo con su par chilena y recuerda que Chile y Perú son además "grandes exportadores" de cobre a China.
El lunes, los rumores del posible incumplimiento del gigante inmobiliario chino provocó una caída del 3,07% del precio del cobre en la Bolsa de Metales de Londres.
Por su parte, tanto el crudo Brent como el West Texas Intermediate cayeron cerca de un 2%, empujados también por el fortalecimiento del dólar estadounidense.
El peso de la diversificación de las exportaciones
"En Brasil preocupa porque exportamos mucho hierro a China. De hecho, China es el principal comprador de hierro brasileño", le dice a BBC Mundo el analista Rostagno.
Por esto, el experto en materias primas asegura que el sector de la construcción china es de gran importancia para la economía brasileña. Pero resalta que para Brasil el riesgo es menor que en otras naciones latinoamericanas.
"Las exportaciones brasileñas están más diversificadas. Además del hierro, la soja y el petróleo crudo también juegan un papel importante en las exportaciones", explica.
"En Chile y Perú, el cobre representa la mayor parte de sus exportaciones".
Otro factor es que, según él, la brasileña es una economía "relativamente cerrada".
"Las exportaciones totales representan solo el 14% del PIB, mientras que en Chile y Perú suman más del 30%", precisa.
Un importante socio comercial
No obstante, en 2020 China fue el destino de aproximadamente el 32,5% de todas las exportaciones brasileñas.
Y según un reporte reciente del banco estadounidense Wells Fargo, tanto el mercado de valores como la moneda de Brasil son altamente vulnerables a una desaceleración económica de China.
La analista Martina Ogaz advierte que si el impacto de la posible caída de Evergrande se propaga a más sectores de la economía china, aparte del inmobiliario, otros países latinoamericanos resultarían afectados.
"Aquello provocaría la desaceleración de la segunda economía mundial, que ha pasado a ser uno de los principales socios comerciales y uno de los mayores inversores en algunos países en la región", señala la experta chilena.
Ante un escenario de una menor demanda de materias primas en China, las economías de países como Colombia y Venezuela -que depende altamente de sus exportaciones de petróleo a Pekín- también recibirían un duro golpe.
La respuesta china a la crisis
Para alivio de muchos, este miércoles se redujeron las posibilidades de que Evergrande caiga y se convierta en el Lehman Brothers chino.
"El Banco de China inyectó liquidez en el mercado, que era lo que más preocupaba a los mercados internacionales, y además se llegó a un acuerdo para pagar un bono en yuanes que vencía este jueves", señala Ogaz.
Esto hizo que los mercados y los precios de algunos minerales se recuperaran. El del cobre subió un 3% después de que Evergrande anunciara que pagaría intereses sobre el bono nacional.
El anuncio de dicho pago, que se estima en US$35,9 millones, fue un alivio para los inversores preocupados por la deuda de la empresa.
Sin embargo, Evergrande también debe pagar este jueves intereses por US$83,5 millones sobre un bono extranjero.
Las consecuencias de la desaceleración china
Pase lo que pase con Evergrande, algunos analistas no son tan optimistas sobre el futuro de los precios de las materias primas.
"Ya estamos viendo una desaceleración en los precios de algunas materias primas en respuesta a la desaceleración del crecimiento que se esperaba de China", le dice a BBC Mundo Jennifer James, analista del grupo británico de gestión de activos Janus Henderson.
"El hierro, un componente clave del acero, que en sí mismo es una materia prima clave en la construcción y las infraestructuras, ha visto cómo sus precios se han desinflado", añade.
A James le resulta evidente que otras materias primas utilizadas en la construcción de viviendas también experimenten una desaceleración progresiva en el próximo año debido a una menor demanda.