En el país en el que surgió el covid-19, la economía se muestra más vigorosa que nunca este año.
El gobierno de China reportó este lunes un crecimiento del 4,9% entre julio y septiembre, comparado con el mismo periodo del año anterior.
Pese a que esto es menor al 5,2% esperado por los analistas, ese número pone a la segunda economía más grande del mundo al frente de la recuperación en términos del Producto Interno Bruto (PIB).
A comienzos de 2020, cuando inició la pandemia, el crecimiento cayó notablemente y finalizó el primer trimestre con una contracción de 6,8%.
Los cierres de fábricas y plantas industriales en todo el país fueron un gran golpe para el gigante asiático, que por primera vez tuvo números trimestrales negativos desde 1992.
Durante las dos últimas décadas, la nación había experimentado una tasa de crecimiento económico promedio de alrededor del 9%, aunque el ritmo se fue desacelerando gradualmente.
"La economía de China continúa creciendo a tasas que ahora mismo son inimaginables para otros países afectados por el covid-19. Las draconianas medidas de bloqueo para controlar el virus, combinadas con algunos estímulos gubernamentales, parecieron haber funcionado bien", dice Robin Brant, corresponsal de BBC China.
Cuatro claves se destacan sobre cómo vino la recuperación este año.
1. El poder del comercio exterior
Las cifras clave de crecimiento económico publicadas sugieren que la recuperación de China se está acelerando, aunque los expertos a menudo cuestionan la precisión de sus datos.
"No creo que el número mostrado esté mal", dice Iris Pang, economista en jefe para China de ING Hong Kong. "La creación de empleo en China es bastante estable, lo que genera más consumo".
Pero una de las cifras clave de septiembre muestran que hay una fuerte recuperación en las exportaciones de 9,9%, mientras que las importaciones aumentaron 13,2% respecto al mismo mes de 2019.
"Sigue en el camino de la recuperación impulsada por un repunte en las exportaciones", sostiene Yoshikiyo Shimamine, economista jefe del Instituto de Investigación de Vida Dai-Ichi en Tokio.
"Pero no podemos decir que se haya sacudido por completo el arrastre causado por el coronavirus".
Si bien la pandemia de covid-19 ha obstaculizado los objetivos de crecimiento de este año, los expertos remarcan que la guerra comercial entre China y Estados Unidos no se ha resuelto. Así es que sigue la presión desde ese flanco.
"Pese a que el crecimiento del 4,9% está ligeramente por debajo de algunos pronósticos, la producción industrial, un buen barómetro de la actividad controlada por el estado, superó las expectativas", dice Brant.
2. Inyecciones de efectivo
A principios de este año, el banco central de China intensificó el apoyo al crecimiento y el empleo después de que las restricciones generalizadas a los viajes sofocaron la actividad económica.
Pero más recientemente se ha retrasado en una mayor flexibilización.
El gobierno chino también inyectó recursos a la economía a través de un paquete de estímulos fiscales.
"Una fuente importante de financiamiento provendrá de los 'bonos especiales' del gobierno local", la cual fue de US$561.000 millones, indicó la agencia calificadora Fitch, la cual dice que esto triplica los fondos a proyectos de infraestructura.
"Este patrón de financiamiento eventualmente se traducirá en gasto", añade.
El primer ministro Li Keqiang advirtió a principios de octubre que China necesita hacer arduos esfuerzos para lograr sus objetivos económicos anuales.
"Los gobernantes del Partido Comunista de China querían ver un aumento en el abastecimiento de productos, pero las ventas minoristas fueron más lentas de lo previsto", explica Brant.
3. Los servicios de vuelta
En el periodo abril-junio el sector de los servicios ya mostraba una recuperación sostenida que se ha terminado de consolidar entre julio y septiembre.
El sector terciario vio un crecimiento de 4,3%, según los datos oficiales, apoyados principalmente por las compañías de software e información, telecomunicaciones, transporte, así como los servicios financieros (estos últimos con un alza de 7%).
Los analistas observan que China, al ser el primer país en entrar en la pandemia, también se recuperó de ella mucho antes que las economías occidentales, las cuales están viendo nuevas olas de contagios y sus consecuentes restricciones a las actividades económicas.
En China es evidente "la recuperación del importantísimo sector de los servicios", dice el corresponsal de la BBC.
4. El poder del turismo
La economía de China también está en camino de recibir un impulso por la "Semana Dorada", un feriado anual en octubre que ha visto a millones de chinos saliendo de viaje.
Ya que las salidas internacionales están severamente restringidos, millones de chinos han estado viajando y gastando en el país, por lo que esto ha sido un impulso para la recuperación.
Según datos de su Ministerio de Cultura y Turismo, hubo un movimiento de 637 millones de viajeros en China durante las vacaciones de ocho días que generaron ingresos por un equivalente a US$69.600 millones.
Las ventas libres de impuestos en la provincia de Hainan se duplicaron ampliamente con respecto al año pasado: 150% según los datos de las aduanas locales.
"Los turistas y viajeros nacionales probablemente han ayudado a que la recuperación siga su marcha, al gastar su dinero en casa ya que las restricciones globales significan que todavía no pueden ir al extranjero", dice Brant.