Es uno de los recortes más drásticos de la historia de la industria automotriz en Estados Unidos: General Motors eliminará unos 14.000 puestos de trabajo en EE.UU. y Canadá y se plantea el cierre de cinco de sus plantas de producción en esos países.
Así lo anunció la propia GM este lunes.
Según informó la empresa, la medida afectará a unos 8.000 ejecutivos y a unos 6.000 operarios de las plantas. Una reducción sustancial del total de 54.000 empleados que tiene la compañía en América del Norte.
Las plantas de ensamblaje que ya no recibirán pedidos en 2019 son la canadiense de Oshawa (Ontario) y las estadounidenses de Detroit-Hamtramck (Michigan) y Warren (Ohio).
También quedarán fuera de servicio las fábricas de sistemas de propulsión y transmisiones de Baltimore (Maryland) y de Warren (Michigan).
El anuncio fue bien acogido por los mercados, donde las acciones de la empresa aumentaron 6%. Sin embargo, despertó la ira del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien recomendó a GM cerrar plantas en China y abrirlas en Ohio.
"Muy decepcionado con General Motors y su directora ejecutiva, Mary Barra, por el cierre de plantas en Ohio, Michigan y Maryland. No están cerrando nada en México & China. ¡Estados Unidos salvó a General Motors y estas son las GRACIAS que recibimos! Estamos mirando para cortar todos los subsidios a GM".
Pero la compañía automotriz calcula que gracias a estas medidas logrará ahorrar unos US$6.000 millones para finales de 2020.
Paradójicamente, la empresa no atraviesa un momento financiero malo -como cuando en medio de la crisis financiera de hace una década tuvo que recortar 47.000 empleos y recibir ayudas del gobierno para no ir a la quiebra.
En la actualidad, pese a una leve caída en el número de unidades vendidas en el último año en el mercado norteamericano, su balance más reciente presentado el mes pasado registraba un aumento en sus ingresos.
Este elemento, de hecho, ha causado enojo entre los sindicatos que acusan a la compañía de tomar una "decisión insensata" que coloca "las ganancias económicas por encima de las familias trabajadoras".
BBC Mundo te cuenta cinco factores que llevaron a este drástico recorte.
1. Un mercado a la baja
Aunque globalmente el número de vehículos que se venden sigue una tendencia ascendente, gran parte de este incremento procede de países emergentes y no tanto de mercados tradicionales como Estados Unidos, Europa occidental y Japón.
"Las ventas de vehículos en América del Norte se están ralentizando y en China están cayendo y estos son de los mayores mercados para GM", dice Michele Krebs, analista ejecutiva de Autotrader, una de las empresas de venta de autos online más importantes de Estados Unidos, en conversación con BBC Mundo.
La experta señala además que se prevé que las tasas de interés sigan aumentando en Estados Unidos durante el próximo año, por lo que los consumidores tendrán que pagar cuotas más altas para financiar sus compras y esto, a su vez, impactará en las ventas.
"Ya se sabe que cuando suben los precios, caen las ventas", indica Krebs.
2. Guerra comercial
La llamada "guerra comercial" entre Estados Unidos y China y, concretamente, el aumento de los aranceles a la importación de acero y aluminio acordado por el gobierno de Estados Unidos puede afectar significativamente el costo de los vehículos.
"La guerra de tarifas del presidente Donald Trump puede representar la mayor parte del aumento de US$1.000 millones en costos registrados este año", señaló el analista Antony Currie en una nota para la agencia Reuters.
Krebs, por su parte, destaca que el aumento de estos aranceles afectará tanto el precio de los autos importados desde China como el de los fabricados en América del Norte.
La experta señala además que la incertidumbre sobre las perspectivas de comercio exterior afectan no solamente a GM sino también al resto de empresas automotrices.
3. La caída del sedán
Los recortes anunciados por GM implican el fin de la fabricación en América del Norte de seis modelos de vehículos. Estos son:
- Buick LaCross
- Cadillac CT6
- Chevrolet Impala
- Chevrolet Cruze
- Cadillac XTS
- Chevrolet Volt
¿Qué tienen en común estos autos? Todos son modelos sedán, un producto que está perdiendo interés entre los consumidores estadounidenses.
"Ha habido un giro dramático en las preferencias de los consumidores que se están alejando de los autos tradicionales y ahora prefieren vehículos todoterreno ligeros. GM está ajustando sus fábricas a esta nueva situación. En los últimos meses, el porcentaje de vehículos nuevos vendidos que eran sedanes tradicionales se ubicó por debajo del 30% por primera vez en la historia y se espera que siga cayendo", explica Krebs.
La analista asegura que este fenómeno afecta a todos los fabricantes de autos.
4. Apuesta de futuro
Pero la decisión de General Motors no tiene que ver solamente con las dificultades del presente sino también, alega la empresa, con una apuesta de futuro.
La compañía se ha fijado como prioridad la producción de camiones, autos eléctricos y vehículos de conducción autónoma.
"Las acciones que estamos tomando continúan nuestra transformación para ser una empresa altamente ágil, resistente y rentable, a la vez que nos brindan la flexibilidad de invertir en el futuro", dijo el lunes la directora ejecutiva de la compañía, Mary Barra, al explicar las medidas adoptadas.
La ejecutiva prevé duplicar para el año 2020 los recursos que la empresa destina a los vehículos eléctricos y autónomos.
"Recortar costos por US$6.000 millones da a GM más combustible tanto para hacer frente a los problemas que se avecinan como para intentar ganar la competencia por los autos eléctricos y autónomos", apuntó Antony Currie.
El analista destaca que la empresa estadounidense ya lidera la carrera por desarrollar el auto del futuro pues el año próximo tiene previsto iniciar la operación comercial de taxis sin conductor en, al menos, una ciudad de EE.UU.
5. Una dirección atrevida
La propia Mary Barra es considerada por algunos expertos como uno de los factores fundamentales detrás de esta drástica decisión de GM.
"Un auto para cada bolsillo y propósito" fue el lema que durante décadas guió a General Motors y le permitió llegar a convertirse en la empresa automotriz más grande del mundo.
Sin embargo, Barra -quien es la primera mujer en dirigir una empresa automotriz- ha dado un giro a esa estrategia para concentrar los esfuerzos y recursos en los modelos más rentables.
"Mary Barra está empujando a GM en el siglo XXI al deliberadamente voltear casi todos los aspectos de su negocio en Estados Unidos y de sus operaciones globales, llevando a la compañía a ser más flexible, ágil y eficiente", señaló Rebecca Lindland, analista de Kelley Blue Book, una empresa especializada en el mercado automotor, a la cadena CNBC.
Su jugada, sin embargo, no está exenta de peligros.
"Creo que GM está corriendo un gran riesgo al colocar tantos esfuerzos y recursos en los vehículos eléctricos y autónomos porque no sabemos cuándo despegarán sus ventas y generarán ganancias. Los autos eléctricos representan menos de 2% del mercado estadounidense", le dice Krebs a BBC Mundo.
La experta destaca, sin embargo, que China es el mayor mercado para vehículos eléctricos en el mundo y va a seguir creciendo gracias a disposiciones del gobierno.
"Ese es un mercado importante para GM y ellos quieren ser líderes allá. Al mismo tiempo, no sabemos qué tipo de productos la empresa puede estar preparando", apunta.
Queda entonces por ver si estas medidas de General Motors terminan funcionando como un salto al futuro o al vacío.