Hace 40 años China se embarcó en un ambicioso programa de reformas económicas y empezó a abrirse de forma gradual -y cautelosamente- al resto del mundo.
En diciembre de 1978 -una década después de la Revolución Cultural, impulsada por Mao Zedong para librarse de las influencias capitalistas- el nuevo liderazgo decidió dejar atrás el maoísmo y llevar al país por un camino diferente.
Y, como demuestran estos gráficos, cuatro décadas después la transformación económica de China no tiene comparación en el mundo.
1. Entre 1978 y 2018 el Producto Interno Bruto (PIB) de China pasó de US$150.000 millones a US$12,24 billones (según cifras de la ONU)
2. Las bicicletas ya no son el principal medio de transporte del país
3. China también aumentó dramáticamente sus emisiones y su huella de carbono
4. En un período de cuatro décadas, China se convirtió en uno de los principales consumidores de energía eléctrica del planeta
5. Entre 1978 y 2018, China sacó a 740 millones de personas de la pobreza (según la Oficina de Información del Consejo de Estado y la Oficina Nacional de Estadísticas de China)