Luego de 17 años de existencia, el tradicional informe Doing Business del Banco Mundial -que proporciona medidas objetivas de las regulaciones comerciales para empresas en 190 economías- se suspenderá temporalmente.
El motivo, declaró el organismo con sede en Washington, es que la entidad habría encontrado irregularidades en los informes, por lo cual tomó la decisión de detener su elaboración.
"Se han informado varias irregularidades con respecto a cambios en los datos de los informes Doing Business 2018 y Doing Business 2020, publicados en octubre de 2017 y 2019", reconoció el banco en un comunicado, agregando que "los cambios en los datos no eran coherentes con la metodología Doing Business".
En consecuencia, y declarando que "la integridad e imparcialidad de nuestros datos y análisis es primordial", el banco está llevando a cabo una revisión y evaluación sistemáticas de los cambios de datos ocurridos luego del proceso de revisión de datos institucionales para los últimos cinco informes.
"Hemos solicitado a la función de Auditoría Interna independiente del Grupo del Banco Mundial que realice una auditoría de los procesos de recopilación y revisión de datos para Doing Business y los controles para salvaguardar la integridad de los datos", detalló la institución.
En consecuencia y de acá en adelante, el grupo planteó que "actuaremos basándonos en los hallazgos y corregiremos retrospectivamente los datos de los países que fueron más afectados por las irregularidades".
La suspensión del informe, entonces, se mantendrá por el período que dure la evaluación, y de acuerdo al comunicado, tanto el directorio ejecutivo del Banco Mundial como las autoridades de los países afectadas por las irregularidades en los datos han sido informadas de la situación.
Cabe recordar que en enero del 2018, el por entonces economista jefe del Banco Mundial, Paul Romer, denunció que el organismo había perjudicado en forma intencional a algunos países en sus posiciones en el ranking, entre los que se encontraba Chile.
La polémica, que se produjo ad portas del cambio de gobierno desde la segunda administración de Michelle Bachelet a la actual de Sebastián Piñera, generó fuertes recriminaciones entre las autoridades salientes y entrantes.
Finalmente, Romer renunció a la institución a mediados de ese año.