El Banco Central no descartó adoptar medidas a raíz de la afectación de la economía chilena en las últimas semanas.
A través de un comunicado, el organismo reconoció que la economía chilena se ha enfrentando a shocks externos "de gran intensidad", en medio de un escenario "donde la incertidumbre local ha permanecido elevada" y donde el peso se ha depreciado de forma significativa, además de tener un aumento en su volatilidad.
En un contexto más general, apuntaron que la inflación en el mundo ha llevado a que bancos centrales intensifiquen el ritmo efectivo y esperado de retiro de estímulos monetarios; una reacción de los mercados financieros internacionales de manera intensa, con una percepción de una mayor probabilida dde recesión global.
Junto con ello, destacaron que el precio del cobre ha caído cerca del 20% desde inicios de junio, lo que "ha generado un deterioro en los términos de intercambio de nuestra economía".
Mientras que en un aspecto más local, apuntaron que la política monetaria se ha ajustado para hacer frente a la mayor inflación y al exceso de gasto y apuntaron que "la política fiscal se enmarca en una senda de convergencia coherente con las condiciones de largo plazo de la economía", pero advierten que el déficit de la cuenta corriente, una inflación alta y los niveles de incertidumbre local han aumentado "la sensibilidad de la economía a shocks externos".
Lo anterior, afectando a la evolución de la paridad peso-dólar, acumulando una pérdida de valor cercana al 20% desde inicios de 2022, refrendada en una inusualmente alta volatilidad en los últimos días.
"Situaciones como la descrita son de especial preocupación, ya que podrían obstruir la formación de precios del mercado cambiario y tensionar la evolución de otros sectores del mercado financiero, lo que, como en otras ocasiones, requeriría de la intervención del Banco a fin de asegurar el buen funcionamiento de la economía", precisaron desde el Banco Central.
A raíz de eso, desde el instituto emisor afirmaron estar monitoreando la evolución de los mercados y "la evaluación indica que hasta ahora los mercados han sido capaces de absorber los shocks de manera adecuada y que la volatilidad en el mercado cambiario no se ha trasladado a otros segmentos del sistema financiero, los que han operado con niveles de liquidez adecuados".
"Frente al deterioro en el escenario externo y la mayor volatilidad cambiaria, los mercados de renta fija a distintos plazos han funcionado normalmente y la liquidez de corto plazo en los mercados monetarios en pesos y en dólares se ha mantenido en niveles adecuados", apuntaron, afirmando que "lo anterior contrasta con lo ocurrido en otros episodios de tensiones cambiarias intensas, como en octubre de 2019 y marzo de 2020, cuando la presión cambiaria se conjugó con una fuerte tensión en el funcionamiento de los mercados financieros en general".
A juicio del Banco Central, los factores que han tensionado el mercado cambiario se mantendrán, por lo que se continuará con el monitoreo de la situación.
Sin embargo, el organismo apuntó que "de ser necesario, implementará las medidas que correspondan para asegurar el normal funcionamiento de los pagos internos y externos".