Por undécimo mes consecutivo, el Consejo del Banco Central ubicó la Tasa de Política Monetaria en 3,5%, y mantuvo el sesgo neutral, pese a reconocer que la inflación ha bajado más rápido que en sus estimaciones.
Según el comunicado emitido por el ente rector, en el plano interno “el IPC de septiembre sorprendió a la baja, acercando su variación anual a 3% antes de lo previsto. Diversas medidas de expectativas sitúan la inflación en torno a la meta durante el horizonte de proyección”.
Asimismo, advierte que “los datos parciales del tercer trimestre siguen apuntando a un crecimiento acotado de la actividad y la demanda, coherente con el escenario base del IPoM. El mercado laboral sigue ajustándose de manera gradual”.
En el plano externo, el BC reconoce que las condiciones monetarias y financieras continúan siendo favorables y las tasas de interés de largo plazo se mantienen bajas. Por el lado de la actividad, “los datos recientes no muestran mayores novedades, apuntando a una recuperación gradual del crecimiento mundial para el próximo año”, añade.
Respecto de los precios de las materias primas a nivel internacional, dice que, "aunque con vaivenes", aumentaron durante el mes, destacando el valor alcanzado por el petróleo.
Con todo, el Consejo del BC reafirmó su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política. "Cambios futuros en la TPM dependerán de las implicancias de las condiciones macroeconómicas internas y externas sobre las perspectivas inflacionarias”, concluyó el informe.