China dio hoy un nuevo paso para convertirse en una potencia de la aviación mundial después de que su esperado avión de pasajeros C919, el primero de tamaño medio fabricado en el país, haya realizado con éxito su primer vuelo.
Una década después de que fuera concebido, el avión realizó sin problemas la última y definitiva de sus pruebas y sobrevoló la cuidad de Shanghái durante unos 80 minutos.
La aeronave, que según algunos expertos podría romper en unos años el duopolio Boeing-Airbus, despegó en torno a las 14.00 hora local (07.00 GMT) desde una pista del aeropuerto internacional de Pudong y regresó a tierra sin haberse producido ningún problema.
Los miembros de la tripulación, quienes al llegar a tierra fueron recibidos como héroes, confirmaron la ausencia de problemas durante el vuelo y que se habían realizado con éxito varias pruebas técnicas en el aire.
Cientos de funcionarios e invitados presenciaron el despegue de esta aeronave construida por la Corporación de Aviones Comerciales de China (COMAC por sus siglas en inglés) con la colaboración de unas 200 empresas del sector, y unos 70 proveedores de materiales y piezas de distintos países del mundo.
La expectación por ver en el aire a este aparato era máxima en China ya que los plazos de su construcción y de sus pruebas han sido retrasados constantemente.
Una década de preparativos
La idea de construir en China un avión con esta capacidad surgió hace ya una década y el primer prototipo se desarrolló en 2008, aunque no fue hasta noviembre de 2015 cuando se presentó el primer aparato construido y listo para los ensayos de tierra.
Las pruebas en el aire fueron postergadas en numerosas ocasiones hasta hoy y, tras el éxito de este vuelo, COMAC podrá obtener el certificado de aeronavegabilidad de la Administración de Aviación Civil de China y de otros reguladores internacionales antes de hacer sus primeras entregas.
Esta empresa estatal también ha fabricado los ejemplares ya vendidos de un modelo más pequeño, el birreactor regional ARJ21, que también tuvo un desarrollo muy largo y realizó su primer vuelo comercial a mediados del año pasado,
Pero el C919 era el gran reto de la compañía, un aparato de fuselaje estrecho, un segmento que supone actualmente más de la mitad de las aeronaves comerciales en activo del planeta. Según su configuración, puede transportar entre 158 y 174 pasajeros y tiene una autonomía de entre 4.075 y 5.555 kilómetros.
Los modelos equivalentes de sus principales competidores, líderes del mercado, son el estadounidense Boeing 737 y el europeo Airbus A320 por lo que según muchos expertos China podría hacer sombra a estas compañías en unos años.
Hoy comienza, por tanto, una nueva era en la que este país busca situarse en primera fila de la industria aeronáutica internacional.
Según el fabricante, 23 clientes nacionales e internacionales han hecho pedidos de 570 aeronaves C919 que comenzarán pronto a ser construidas a un ritmo de unas 150 anuales.
En un análisis publicado hoy por la agencia estatal Xinhua, expertos del sector aseguraban que tomará "mucho más tiempo" del que se cree para que China logre estar en la cabeza y que COMAC tiene "un largo camino por recorrer para convertir el éxito técnico en éxito comercial".
Así, el hecho de que el duopolio pueda romperse a corto plazo "no es realista" pero "el avión chino podría ser una opción fuerte para los operadores globales en las próximas décadas".
"Boeing y Airbus son fabricantes de aviones muy maduros y COMAC debe buscar más cooperación con ellos para aprender de su experiencia," apunta el artículo.
Según datos publicados por Boeing, China se convertirá en el mayor mercado mundial de aviación en 20 años y para satisfacer la demanda harán falta más de 6.000 nuevos aviones.
Con el éxito de fabricación del C919 China se suma a la corta lista de países con capacidad para fabricar aviones comerciales, formada hasta ahora por Estados Unidos, Rusia, Brasil, Canadá, Reino Unido, Francia y Alemania.