Bloomberg
Grandes aerolíneas, como Deutsche Lufthansa AG y Emirates, están modificando la composición de su personal de cabina para evitar que pueda ser afectado por la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, la cual prohíbe la entrada de personas de siete países predominantemente musulmanes a Estados Unidos.
Emirates, con sede en Dubai y la mayor aerolínea de larga distancia del mundo, dijo que había hecho “los ajustes necesarios” a sus rotaciones de empleados al entender que el decreto de Trump también vale para personal de vuelo de tales países. Lufthansa, la tercera aerolínea más grande de Europa, dijo que ha debido hacer ajustes por cuanto el nuevo régimen de Estados Unidos afecta el personal que tiene dos pasaportes.
Aerolíneas internacionales como Emirates y Lufthansa están entre las más afectadas por la prohibición de Trump, por cuanto los siete países comprendidos en el decreto –Siria, Irak, Irán, Sudán, Somalia, Yemen y Libia– tienen pocos vuelos o ninguno hacia Estados Unidos, lo que obliga a sus ciudadanos a hacer conexiones en Europa Occidental o en la región del Golfo Pérsico. El sábado en Ámsterdam, eje de distribución del tráfico de KLM, se denegó el embarque de siete personas con visas válidas.
Las aerolíneas en general reclutan personal de cabina con conocimientos de idiomas que se correspondan con sus redes de rutas, por lo cual los servicios hacia Medio Oriente y el norte de África con más probabilidad de ser afectados por la prohibición de Estados Unidos serán los que tengan personal que hable árabe y farsi. Etihad Airways PJSC, con sede en Abu Dabi, también dijo que el personal de cabina de los siete países sería omitido de vuelos rumbo a Estados Unidos.
Las aerolíneas afectadas dicen que la cantidad de empleados afectados ha sido pequeña y que ninguno ha quedado varado.
Restaurar el orden
Emirates cubre rutas hacia tres países de los siete comprendidos en la orden de Trump, con conexiones a 11 ciudades de Estados Unidos. Tiene rutas a Teherán, la capital de Irán, y Mashhad, otra ciudad en el país y destino de peregrinaje; Jartum, la capital de Sudán, y las ciudades iraquíes de Bagdad, Basora y Erbil. Los vuelos a Siria, Yemen y Libia han sido suspendidos por los conflictos allí.
Lufthansa opera vuelos hacia Irán e Irak y alrededor de 20 ciudades de Estados Unidos, entre ellas la capital, Washington. La aerolínea alemana cubre la ruta a Teherán desde Frankfurt, Viena y Munich, y también vuela a Isfahán desde Viena. En Irak, ofrece vuelos a Erbil, en la región norte controlada por los kurdos, desde Viena y Frankfurt.
El Gobierno de Estados Unidos dijo previamente que está adoptando medidas para restaurar orden en el sector de transporte aéreo tras un fin de semana caótico desencadenado por la prohibición de viajes. Los residentes permanentes de Estados Unidos oriundos de países incluidos en la orden de Trump ya no deberían ser detenidos en los aeropuertos de Estados Unidos, y nadie comprendido en la prohibición debería abordar vuelos en el exterior, dijo el Departamento de Seguridad Nacional.
Las declaraciones que hizo el organismo en horas avanzadas del domingo buscaron poner fin a la confusión generada entre viajeros, personal de embarque y funcionarios de inmigración, que debieron lidiar con decisiones contradictorias. Por un lado estaba el decreto presidencial que paralizaba los viajes; por el otro, tres decisiones judiciales de Estados Unidos que bloquean partes de la prohibición.