El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó a Rusia ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de utilizar bombas de fósforo en sus ataques a objetivos en territorio ucraniano, a un mes del inicio de hostilidades en ese país.

"Esta mañana (...) hubo dos bombas de fósforo. Nuevamente han muertos adultos y niños", acusó Zelenski en un mensaje por videoconferencia durante una cumbre de la OTAN en Bruselas.

El mandatario reiteró sus pedidos de aviones de caza y tanques, sobre todo para "desbloquear" Mariúpol, Berdiansk o Melitopol, ciudades en el sur de Ucrania sitiadas o ocupadas por el ejército ruso.  

¿Qué son las bombas de fósforo?

El fósforo blanco es un agente tóxico y ser expuesto al mismo puede ser mortal. Este elemento químico puede causar quemaduras en la piel y daños en el hígado, corazón o los riñones.

Su utilización no está prohibida por ningún tratado internacional. No obstante, el protocolo III de la Convención de 1980 sobre las armas convencionales, suscrito en Ginebra, prohíbe su utilización contra civiles o contra las fuerzas militares acantonadas en zonas residenciales.

En el protocolo se explica que un arma incendiaria es todo aquella "concebida primordialmente para incendiar objetos o causar quemaduras a las personas mediante la acción de las llamas, del calor o de una combinación de ambos, producidos por reacción química de una sustancia que alcanza el blanco".

"Las armas incendiarias pueden consistir, por ejemplo, en lanzallamas, proyectiles explosivos, cohetes, granadas, minas, bombas y otros contenedores de sustancias incendiarias", detalla el documento.

En sus dos primeros artículos se establece la prohibición de estos elementos. "Queda prohibido en todas las circunstancias atacar con armas incendiarias lanzadas desde el aire cualquier objetivo militar ubicado dentro de una concentración de personas civiles", sentencia.

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