En la noche de este sábado, una nueva varazón de sardinas alertó a la población de Coliumo, en la comuna de Tomé, región del Biobío, donde cientos de peces muertos llegaron hasta el borde costero.
La noche del viernes ocurrió lo mismo, dónde 185 metros de playa se vieron afectados por la masiva varazón de peces, algo que preocupa a las autoridades ambientales y turísticas del sector.
Las autoridades se encuentran investigando las causas, las que van desde un cambio en las temperaturas del agua, falta de oxígeno en estas o la presencia de algún químico tóxico para los peces.
Margarita Díaz, directora regional (s) del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura en el Biobío, señaló que es probable que esta situación "se trate de un fenómeno de surgencia, asociado a bajas de oxígeno con un alto contenido de nutrientes, haciendo que estas especies en su búsqueda por agua mayor oxígeno se acerquen a la costa".