"Tres individuos a rostro cubierto premunidos con armas de fuego largas, procedieron a interceptar a 3 conductores, obligándolos a descender, asumiendo los antisociales la conducción, huyendo, siendo divisados por el helicóptero institucional. A la llegada de personal del GOPE, se generó un enfrentamiento con los antisociales, resultando uno de estos lesionado"
La cita corresponde al parte policial que Carabineros difundió la tarde del 14 de noviembre de 2018. La información era, en ese momento, al menos confusa. Lo poco que se sabía era que un comunero había fallecido en el Cesfam de Ercilla, tras recibir un impacto de bala en la cabeza en un incidente en la comunidad de Temucuicui.
Su nombre era Camilo Catrillanca. Tenía 24 años, tenía dos hijos y era nieto del histórico Lonko Juan Catrillanca. "Son actos de delincuencia común" aseguraba el entonces intendente Luis Mayol.
Fue así, con un parte policial que hablaba de enfrentamiento, que se inició el denominado Caso Catrillanca. Una historia marcada por versiones cruzadas, antecedentes ocultos y mentiras "sistemáticas", como llegó a decir el entonces general director de Carabineros, Hermes Soto, antes de que La Moneda forzara su salida del cargo.
Esta es un recopilación de giros y contradicciones que marcaron el caso.
No había grabación
La primera versión de Carabineros aseguraba que no existía registro en video del supuesto enfrentamiento entre comuneros y los cuatro funcionarios del denominado "Comando Jungla" que formaron parte del operativo: el suboficial Patricio Sepúlveda, el sargento 1° Carlos Alarcón, el sargento 2° Raúl Ávila y el cabo Braulio Valenzuela.
Esta versión fue destruida en la audiencia del 30 de noviembre de 2018, cuando se mostró un registro de la cámara que portaba un segundo equipo de efectivos que concurrió al lugar. Allí se veía al imputado Raúl Ávila con una cámara tipo Go Pro en su casco.
La tarjeta con fotos íntimas
La primera versión apuntó a que la tarjeta había sido destruida. ¿Cómo pudo ocurrir eso?
En una de sus declaraciones, Ávila admitió que tenía la cámara, pero que "no estaba grabando" debido a que la tarjeta de memoria había sido extraída días antes.
"Esta cámara la utilicé durante mis vacaciones, que tomé junto a mi familia, y dentro de las imágenes que estaban en esa memoria había imágenes y videos íntimos con mi señora, entonces mi idea era respaldarlos y luego borrarlos desde la tarjeta", aseguró.
Al llegar a su domicilio y analizar la gravedad de la situación -relató- "la verdad es que me asusté y por el temor de exponer a mi señora, debido a las imágenes que contenía la tarjeta, tomé la decisión de destruirla cortándola con una tijera y luego arrojándola por el baño".
Tras conocerse esta nueva versión, Carabineros pidió la renuncia al jefe de la zona Araucanía de Control de Orden Público, Mauro Victtoriano, así como también al prefecto de FF.EE de la zona. Junto con esto se dio de baja a los cuatro integrantes del equipo del Gope que formaron parte del operativo “por no haber dicho la verdad respecto de las cámaras de vigilancia”.
Sin embargo, la Fiscalía dudaba que los funcionarios se hubieran mandado solos. Fue así que, más adelante, se formalizó por obstrucción a la investigación a Manuel Valdivieso, ex jefe del Gope de Araucanía junto con el entonces abogado de Carabineros Cristián Inostroza, quienes -según la fiscalía- habrían instruido a Ávila el destruir la evidencia, mientras que al resto de los imputados por la muerte se les habría pedido mentir sobre el procedimiento.
También se formalizó al cabo Gonzalo Pérez, quien conducía el vehículo que transportaba a los funcionarios involucrados en el procedimiento y que, según la fiscalía, habría recibido instrucciones de ocultar la tarjeta de memoria de Ávila mientras éste prestaba declaración.
Fue el 2 de diciembre que el ex sargento Carlos Alarcón -acusado de percutar el disparo que dio muerte al comunero- aseguró en un polémico video grabado desde el recinto donde cumplía prisión preventiva: "aquí hay gente que nos hizo mentir, dimos declaraciones falsas y ahora nosotros somos los más malos, los más peligrosos para la ciudadanía".
Luego, en su declaración judicial, Alarcón apuntó a Inostroza y a Valdivieso. Sobre el abogado, dijo: "nos preguntó si andábamos con cámaras. Raúl Ávila dijo que andaba con una cámara y ante esto el abogado Inostroza nos señaló que la versión sería que nadie andaba con cámaras”.
En cuanto al rol de Valdivieso, señaló que "recuerdo que mi mayor me vio muy complicado y me llamó la atención, me trató de débil, me decía que estuviera tranquilo, que todo iba a salir bien, pero al decirle la verdad él me preguntaba ¿te querí ir preso? Me decía que no fuera débil y que me mantuviera firme”.
Todo estaba grabado y las mentiras "sistemáticas"
Un verdadero remezón del caso Catrillanca se produjo el 19 de diciembre. Ese día Ciper Chile reveló un registro audiovisiual que había sido realizado a través de una cámara personal que el suboficial Patricio Sepúlveda portaba en su hombro. Un antecedente hasta entonces desconocido y que sepultaba de manera definitiva la versión de que no existía una grabación del procedimiento.
Pero esa no fue la única mentira. Además, el video da cuenta del momento exacto que en muere el comunero, y donde se comprueba que no hubo enfrentamiento y que los 12 disparos hacia el tractor donde viajaba Catrillanca con un menor de edad, de 15 años, fueron percutados sin mediar provocación.
Un segundo registro, en tanto, muestra que solo minutos después, cuando los funcionarios policiales prestaban primeros auxilios al comunero que agonizaba, comenzaron los disparos en la zona y que fueron utilizados por los funcionarios para justificar la versión de un supuesto enfrentamiento.
Consultado sobre el video, el entonces general director de Carabineros, Hermes Soto, admitió: "Nos toma por sorpresa, es un video que nadie conocía".
La divulgación de estas imágenes sepultó el respaldo hasta entonces irrestricto de La Moneda al general Soto, en medio de críticas a su falta de control de sus subalternos. ¿Cómo podía desconocer algo tan crucial para la investigación? Fue la pregunta que se instaló en el mundo político.
Dos días después el Presidente Sebastián Piñera decidió removerlo del cargo a través de un decreto.