En abril del 2020 se estableció el uso obligatorio de mascarillas como medida de control ante la pandemia del COVID-19. Organismos como la Organización Mundial de la Salud, han insistido en que su uso es fundamental para evitar contagios.
Según datos arrojados por Farmex, y en relación al año anterior, las ventas de las mascarillas se redujeron considerablemente llegando a un 81% de disminución en septiembre, tanto de las mascarillas normales de tres pliegues como las KN95.
"Este fenómeno viene desde hace un tiempo a la baja a pesar del constante llamado de las autoridades, cada vez son menos las personas que compran estos productos de protección como mascarillas y alcohol gel, tanto así que nos acercamos a cifras similares a pre-pandemia", señala Alejandro Pérez, fundador de Farmex.
Según Christian Palavecino, Investigador y académico de la Universidad Central, el alto índice de vacunados no es motivo para disminuir el uso de mascarillas.
"La mayoría de las personas está inoculada con Sinovac y ésta no previene la infección, entonces pueden ser portadores asintomáticos del virus, por lo que de no usar la mascarilla pone en riesgo a los que aún no han podido vacunarse o no han querido, además, que las vacunas tienen cierta efectividad que en algunos casos puede ser menor a la esperada", dijo.
La subsecretaria de Salud Pública,Paula Daza, descartó terminar con el uso obligatorio de mascarillas y afirmó que se trata de "una de las medidas más eficientes para disminuir la posibilidad de contagio".