A las 6:42 horas de este jueves aterrizó en nuestro país el vuelo de Latam que trajo las primeras vacunas contra el COVID-19.
Son las primeras 10 mil dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech que se aplicarán en Chile y que están destinadas al personal de salud.
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El proceso de inoculación, según detalló el presidente Sebastián Piñera, comenzará durante esta jornada en la Región Metropolitana y mañana iniciará en otras tres regiones del país (Biobío, La Araucanía y Magallanes), bajo estrictos protocolos.
Sobre este último punto la autoridad y el Instituto de Salud Pública (ISP) han sido muy exigentes, ya que las vacunas (y su traslado) deben cumplir ciertos protocolos para que no pierdan la cadena frío.
Por lo mismo, las cajas en donde se trasladan las dosis contienen alrededor de 23 kilos de hielo seco para mantener la temperatura en -70°C.
De acuerdo a un documento publicado por Pfizer, el elemento central de la estrategia de almacenamiento y distribución de su vacuna, se basa en el concepto de “sistema justo a tiempo”. Esto consiste en enviar las vacunas en paquetes térmicos congelados directamente a los puntos de vacunación, consigna CNN.
Con estos antecedentes, las vacunas que quedan en Santiago serán sometidas a un proceso de descongelación que dura cerca de cuatro horas mientras que las que van a regiones hacen un recambio de su sistema de frío para asegurar que lleguen en buen estado.
¿Qué ocurre si se descongela la vacuna?
El problema es que si las vacunas se descongelan y se almacenan en una refrigeradora común entre 2 y 8 grados centígrados, "estas ya no podrán volverse a congelar o almacenar a menos 70 grados centígrados", explicó el doctor Elmer Huerta a CNN.
Normalmente cuando una vacuna se ve expuesta a cambios abruptos en su conservación, se degrada y debe ser desechada.
De todas las vacunas candidatas, la de Pfizer/BioNTech es la única que tiene que ser almacenada a -70 grados centígrados.