El Centro de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres (Cidigen), perteneciente a la Universidad Católica, dio a conocer datos que muestran una considerable diferencia en la llegada del tren de olas a la superficie a raíz de un eventual tsunami, entre las zonas norte y centro sur de Chile.
La investigación fue realizada en las zonas costeras ubicadas entre Chañaral y Valparaíso, después del terremoto y tsunami originado en Illapel el 16 de septiembre de 2015.
"Este terremoto en Illapel provocó un tsunami que llegó a las zonas costeras más cercanas de forma muy rápida, dentro de unos minutos de iniciado el evento", señaló Rafael Aránguiz, investigador asociado al Cigiden que lideró el estudio.
"Algunos testigos cuentan que las olas ingresaron a sus pueblos inmediatamente después del sismo", añadió.
Agregó que en las pequeñas caletas afectadas que se ubican frente a la zona donde se registró el epicentro, los habitantes tuvieron entre 4 minutos y 12 minutos para evacuar.
Esto a raíz de que, por ejemplo, un reloj encontrado por la armada de Chile en Totoral quedó detenido a las 8:06 de la tarde tras el último tsunami en la Región de Coquimbo, demostrando que el pueblo pudo haber sido inundado 12 minutos después del terremoto, iniciado a las 19:54 horas.
Los expertos concluyeron que la hora de llegada tenía relación con la profundidas, la morfología costera y las características del deslizamiento del terremoto.
Los expertos valoraron el aprendizaje de la población para enfrentar el último evento, así como la auto-evacuación entre los residentes de las zonas afectadas, considerando que la Oficina Nacional de Emergencia declaró la alerta de tsunami 11 minutos después de ocurrido el terremoto.