El Ministerio de Salud afirmó que actualmente, según los promedios nacionales, el tiempo que deben aguardar los pacientes que necesitan una atención de especialidad no Auge, varía entre 273 días (casi nueve meses) para acceder a un oncólogo y 727 días (dos años) para ser visto por un especialista en cirugía abdominal.

De acuerdo a esta información, que fue entregada a La Tercera, esta situación se agrava mucho más en regiones, donde, por ejemplo, en el servicio Araucanía Sur la demora es de 2.197 (seis años) para la atención por cirugía de tórax, y en el Del Maule otros 1.823 días (cinco años) para un paciente que necesita atención geriátrica, entre otros casos.  

Si bien en nuestro país existen actualmente 1,5 millón de personas inscritas en la lista de espera para consultas de especialidad y otras 232 mil aguardan una intervención, desde el Minsal aseguraron que el problema de esta situación no tiene que ver con el volumen de pacientes, sino con las demoras excesivas.

De acuerdo al ministerio, las trabas administrativas más comunes que han provocado esta situación han sido las fallas en el sistema de Salud para contactar pacientes, los problemas en el registro de fichas médicas, las cancelaciones de atenciones por complicaciones de salud de los inscritos y el déficit de médicos en la red pública, pues se requieren 3.795 especialistas y subespecialistas para completar la oferta.

Ante este problema se creó el Plan de Tiempos de Espera, que está en desarrollo, y que busca atender al 1,6 millon de pacientes más antiguos, que datan incluso del año 2007. El programa -que ha actualizado los datos de los pacientes vía call center y cruzando información del Registro Civil- ha logrado descartar a casi 15 mil personas fallecidas e ingresadas con errores, con lo cual bajó al 41,7% la antiguedad de la lista de quienes esperaban atención de antes de 2013, además de disminuir los tiempos de espera por consulta médica en 45 días promedio.

Para el próximo año, el Minsal está desarrollando protocolos de atención para las enfermedades no Auge, con el propósito de establecer tiempos de espera máximos, como se hizo en 2005 con el Plan Auge/Ges, que fija límites de atención para 80 diagnósticos.

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