Uno de los trabajadores que estaba en el predio forestal donde ocurrió el ataque en el que murió el comunero Pablo Marchant y dejó a otro trabajador con riesgo vital, relató en exclusiva a T13 los hechos ocurridos en el fundo de la Forestal Mininco en Carahue la noche del pasado viernes 9 de juio.
Según el relato del trabajador, cuya indentidad será resguardada por T13, al momento del ataque, la faena del Fundo Santa Ana Tres Palos de Carahue se alistaba para terminar la jornada laboral, por lo que había un recambio de los carabineros que custodiaban el lugar. "Ya estábamos saliendo de turno, estaban echándole petróleo a las máquinas y arreglando la cancha para el día de mañana", dice.
Posteriormente, el hombre relató que en ese momento “yo no vi nada, sentí la pura balacera. Cuando le llegó esa bala loca al compañero de trabajo sentimos que él se quejó".
“Él no alcanzó a agacharse cuando le llegó la bala, no sabemos de dónde porque estaba oscuro. Los policias andaban más allá y otros ya estaban afuera. Andaban disparando igual, pero la balacera empezó desde allá primero”, agregó.
Los trabajadores estaban retirando sus pertenencias en el comedor del fundo antes de ser trasladados hasta el hostal en que se quedan en Carahue, por lo que fue en ese lugar donde los encontró el ataque y se resguardaron allí: “Decían ‘están quemando el camión, están quemando el bus'. Lo único que recordamos fue acostarnos en el piso”.
El trabajador herido, Ceferino González
Respecto a su compañero herido, Ceferino González de 65 años y que se encuentra en estado grave, comenta que “él es muy buena persona, como es cristiano, es respetuoso, atento para los mandados”.
De acuerdo con su relato, “lo único que dijo fue ‘me llegó una bala’ y se quejaba. Nosotros nos tiramos al suelo y no supimos nada más. Cuando pasó toda la cuestión y llegó Carabineros, lo envolvieron, lo sacaron y no supimos más de él”.
“Los disparos duraron más de 20 minutos, con disparos de los dos lados. Yo pienso que quizás los carabineros tiraban al aire y los otros tiraban a morir. Sonaba cómo caían las municiones en el techo”, añadió.
En este sentido, comenta que “si no hubiera estado Carabineros capaz que nos hubieran matado a nosotros, o bien que quizás se enojaron donde vieron que estaban los Carabineros”.
Los momentos posteriores
“Cuando pasó todo y decían que habían matado a este joven (Pablo Marchant), a nosotros nos llevaron para donde estaban los policías y ahí nos tuvieron. Ahí sacaron al colega (Ceferino González) envuelto en nylon en un jeep, porque la camilla estaba dentro del bus y se había quemado”. Actualmente, González sigue en estado grave, conectado a ventilación mecánica en el Hospital Regional de Temuco.
“Yo al colega le diría que fuerza nomás y estamos pidiendo a Dios para que se recupere" agregó.
A dos días de los incidentes, el trabajador recalca que aún no puede olvidar el ruido de los disparos: "Mi señora me decía que mañana (lunes) fuera al hospital a ver al médico para que me diera una pastilla para dormir, un calmante”.
“Espero que traten de animarnos y apoyarnos a nosotros, pero es poco, porque el día de mañana si Dios quiere vamos a seguir trabajando y vamos a tener ese temor. Yo en mi casa no puedo estar tranquilo”, concluyó.