Roxana Muñoz alzó la voz tras conocerse este miércoles la millonario sanción que recibió por parte de la Seremi de Salud Metropolitana, por promover mediante sus redes sociales un ayuno de 21 días.

La ex chica reality deberá pagar más de 20 millones de pesos por "engañar al público", indicó la resolución de la entidad de salud.

Frente a este hecho, Muñoz salió a defenderse y en conversación con Radio Agricultura dijo que “yo jamás he invitado a nadie, cuando me han preguntado cómo se hace el ayuno, yo nunca he dicho ‘hazlo así’, yo nunca he dicho nada de eso”.

Yo cuento mi experiencia, como conté hace dos años atrás lo mismo, pero hice 12 días de ayuno, ahora hice uno más prolongado, porque la vez anterior no tenía plata para quedarme tantos días en Costa Rica, y ahora lo hice porque ya tenía la experiencia y sé cómo funciona“, agregó la modelo.

En este sentido, declaró que ella jamás ha vendido algo. “No tengo un negocio de venta de ayuno, no he vendido nada, no he promocionado nada, yo solamente conté mi experiencia para que la gente conociera sobre el ayuno, nada más”, expresó.

Finalmente, precisó que “no sé qué me están acusando, yo no le he hecho daño a nadie (…) no entiendo qué significa una multa de tanta plata, si además estoy cesante”.

Millonaria multa

La decisión de sancionar a la modelo, se adoptó luego de una denuncia realizada por el Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile A.G., quienes acusaron “engaño” en la dieta que promovía por redes sociales.

Roxana mostró en plena pandemia el proceso de un ayuno completo de 21 días y aseguró que era un método no sólo para bajar de peso, sino que además era un método curativo.

La denunciada efectivamente promovió su marca personal, logrando pasar de una audiencia aproximada de 4.000 personas, a una de 353.761, al 1 de agosto de 2020. Promoviendo un ‘ayuno’ denominado ‘water fasting’, que estaría ‘supervisado’ por un gurú que no es profesional de la salud”, se señala en la resolución de la Seremi de Salud Metropolitana.

La entidad señaló que sus posteos “ponen en serio riesgo la salud pública; incitando al público a contratar los servicios del centro extranjero, o bien, de unirse al grupo privado para obtener información saludable, es decir, siempre con un fin lucrativo disfrazado de supuesta ayuda”.

 

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