Siguen las repercusiones de la liberación del chileno Esteban Zambrano de sus captores, luego que permaneciera 13 días secuestrado en Haití.
En conversación con Tú Día, el misionero residente en Haití reveló más detalles sobre cómo fueron sus días de cautividad.
Indicó que el día del secuestro "iba camino a hacer una clase de español. Muy cerca de la casa, de la zona donde comúnmente salimos a caminar, nos abordan estas dos personas. Nos amenazan con las armas y permiten que mi hija pueda salir, quien pudo hallar el camino hacia la casa".
"Después que estos hombre me toman, se dirigen al lugar donde me retuvieron los 13 días. Ahí estuve en una casa, un lugar habilitado para este tipo de actividades, de la banda", añadió Zambrano.
Del mismo modo, aseguró que "obviamente fue una situación donde sufrimos bastante pero estamos conscientes que aún en el sufrimiento Dios está con nosotros".
Posteriormente, se le preguntó si temió por su vida, a lo que señaló que "sin duda. Es un ambiente criminal, y en un ambiente así se respira eso".
A su vez, reveló que incluso tuvo la oportunidad de hablar de Dios con sus captores: "Estuve consciente más o menos de dónde estaba. Hasta se generó la instancia de poder hablar de Cristo y decirles que hay otro camino. No cualquiera escucha eso, sobre todo personas que quieren hacer el mal".
"Para eso vivo. Y Jesús es así, él no hace excepción de personas. Cada uno tiene su historia. No estoy justificando a lo malo que se hace, pero aún así Jesús tiene espacio para ellos", aseguró Zambrano.
Por otra parte, se le preguntó si habían más personas secuestradas con él, ante lo que relató que "el día que llegué había otro hombre que salió al día siguiente. Con los días fueron llegando más personas, haitianos. Lo que yo viví y puedo compartir con los medios hoy, es lo que ellos viven día a día. Entonces es una realidad compleja".
También se le preguntó sobre qué fue lo que habló con su familia al poder verlos después del secuestro.
"Llorar. Fue emocionante. Fue lindo a la vez. Lo primero fue vernos y llorar juntos. Pero duró poquito y después nos pusimos al día", sentenció.