Italia es uno de los países con más historia y también goza de una localización privilegiada en el centro de Europa, lo que lo transforma en un destino apetecido para quienes pueden viajar. Además, otro tema recurrente es la posibilidad de obtener la nacionalidad de dicho país, ya que al igual que otras naciones de Sudamérica, Chile recibió muchos migrantes de la península itálica durante el paso de los años.

Obtener un pasaporte italiano es más fácil de lo que se cree, y de acuerdo a datos de AIM Global -que asesora en este tipo de trámites- cerca de 1,3 millones de personas son potencialmente ciudadanos italianos en Chile.

Desde la consultora, señalan que Italia no establece límites para descendentes italianos directos, siempre que puedan demostrar la línea y cumplir con ciertos requisitos legales.

“El proceso de obtención de la ciudadanía italiana por descendencia, se puede realizar de dos maneras. La primera opción es a través de la vía administrativa, que es la forma más común y que se puede llevar a cabo en el consulado o en Italia. Las ventajas de esta alternativa es que es un proceso de menor costo para el caso del consulado, pero con altos tiempos de demora por lo que toma encontrar citas”, señala Caterina Utili, Gerente General de  AIM Global.

La otra alternativa, según explica la profesional, es la vía judicial, la cual es utilizada en caso de rechazo o no respuesta de la vía administrativa o para los casos de hijos nacidos por mujeres ciudadanas italianas previamente a 1948. Las ventajas en este caso, son la revisión exhaustiva y transparencia en la toma de decisiones.

¿Cuáles son los beneficios de la ciudadanía italiana?

Obtener la ciudadanía italiana no solo permite vivir y trabajar en Italia, sino también en cualquier país de la Unión Europea. Adicionalmente, el pasaporte italiano facilita los viajes, ofreciendo acceso sin visado a numerosos destinos.

Los requisitos son:

  • Demostrar descendencia de un ciudadano italiano.

  • El ancestro debe haber fallecido después del 17 de marzo de 1861.

  • Asegurar que no ha habido interrupciones en la transmisión de la nacionalidad.

La documentación es fundamental. Se recomienda presentar:

  • Pasaportes antiguos

  • Certificados de nacimiento y matrimonio

  • Registros genealógicos

  • Documentación adicional que respalde la línea de descendencia.

Publicidad