En marzo de este año, se confirmó la instalación de inhibidores de señal en recintos penales de la Región Metropolitana, lo que provocó amenazas en el interior en contra de Gendarmería.
Semanas después de su instalación, empezaron a salir denuncias por su uso en el interior de las cárceles de la capital, los que tenían como objetivo acabar con la comunicación de los internos con las personas del exterior.
Según detallan en Radio Biobío, un grupo de parlamentarios interpuso una denuncia en la Contraloría general de la República, acusando que los inhibidores de señal estarían funcionando de manera intermitente.
Según la copia de la denuncia, los inhibidores de señal estarían siendo utilizados sólo en horario de almuerzo, dejando disponible la comunicación en el resto del día.
Según consignaron en el medio citado, la denuncia acusa que "en algunos momentos del día, en las cárceles donde están implementándose, no estarían operativos, funcionando sólo en horario de almuerzo del personal de Gendarmería, desde el mediodía hasta las 14:00 horas, aproximadamente".
"No se estaría logrando la neutralización o interferencia efectiva de las señales", complementan.
En marzo de este año, existió preocupación por un posible motín en el interior de las cárceles donde se realizarían la instalación de los inhibidores de señal, los que tienen como objetivos acabar con los delitos realizados por internos, como estafas y "cuentos del tío".