El aislamiento causado por la pandemia modificó las preferencias de consumo y los hábitos de las personas; es el caso de los snacks – que antes se compraban en la calle, tiendas y supermercados – y ahora son adquiridos de forma frecuente a través de canales online.
Este es uno de los hallazgos del estudio State of Snacking, que le tomó el pulso a la dinámica de compra y consumo de los snacks a partir del COVID-19.
Los consultados dicen que han comprado snacks por vía online con más frecuencia que en la tienda (47%), y 7 de cada 10 planean seguir haciéndolo por esa vía, aunque la pandemia termine.
El estudio fue elaborado por Mondelēz International y la empresa especialista en encuestas The Harris Poll, entre el 6 y el 20 de octubre, y consultó a 6.292 adultos alrededor del mundo, entre los 18 y 75 años, con el propósito de establecer cuál ha sido el papel de los snacks durante la pandemia, partiendo de la definición de snacks como una pequeña porción de alimento que se consume entre las tres principales comidas, por ejemplo: frutas, semillas, jugos, leche, galletas, chocolates, golosinas, caramelos, gomas, entre otros.
La mayoría de los consultados dice que la pandemia le ha abierto los ojos a muchas más formas de comprar snacks frente a las que conocían antes (57%) y, como resultado, 3 de cada 10 han descubierto otros snacks para probar gracias a las redes sociales (28%).
Los consultados en el país expresan que las principales razones del aumento del consumo de snacks durante la pandemia han sido porque: satisfacen antojos, son perfectos para comer entre comidas y se han convertido en una buena opción por el precio.