"¿Usted cree que si ellos fuesen un grupo de italianos o chinos las cosas hubiesen pasado así? Yo creo que no"
Emmanuel Mompoint es un médico salubrista haitiano que reside desde hace años en Chile. A juicio del experto, lo ocurrido el miércoles en la comuna de Quilicura, donde se registraron hechos de violencia contra una comunidad haitiana donde se registra un brote de coronavirus, es muestra de la estigmatización, el racismo y la exclusión social.
Lo señalado por el médico es un sentimiento que afecta a casi un tercio de la comunidad migrante en Chile. Así lo señala el anuario 2019 del Servicio Jesuita a Migrantes, que estima que un 30% de los extranjeros se ha sentido discriminado o discriminada en Chile por alguna razón asociada a su origen.
Una cifra que es parte del documento “Migración en Chile. Anuario 2019, un análisis multisectorial”, al que accedió T13 y que será presentado este viernes 24. El documento realiza una radiografía con los datos más actualizados respecto de la migración en nuestro país, incluyendo también información de años anteriores. El estudio da cuenta de cambios en materia de población, visados, economía, educación, trabajo, vivienda, convivencia, seguridad y los efectos que han tenido las políticas migratorias del Gobierno,
En cuanto a vivienda, un 18% de quienes cuentan con un permiso de residencia (temporal o definitiva) aseguran vivir hacinados, lo cual alcanza un 28% entre quienes no cuentan con estos permisos.
Si bien la proporción de personas beneficiadas por subsidios habitacionales que son migrantes ha aumentado (llegando al 4,5% en 2019), los requisitos para postular (más aún los de vivienda propia) siguen siendo difíciles de alcanzar para las personas migrantes, lo que se ve reflejado en que solo han recibido un 0,8% del total de subsidios.
Un millón y medio de migrantes
En concordancia con las cifras del INE dadas a conocer en marzo de este año, el Servicio Jesuita a Migrantes estima en 1 millón 492 mil 522 los extranjeros en Chile, quienes se centran mayoritariamente en edad laboral.
Y es que de acuerdo al estudio, un 58,9% tiene entre 20 y 39 años (sobre el 31,3% de la población total de Chile), y menos de un 3% tiene sobre 65 años (lo cual es un 11,8% de la población total de Chile).
En materia laboral, para 2019, un alto porcentaje de población migrante mayor de 18 años se encontraba trabajando con sueldo (77% en relación al 57% de la población local). Por su parte, la proporción de extranjeros que están cesante, se concentra más en los recién llegados.
En tanto, la cantidad de extranjeros afiliados a AFP llega a 993.229 en 2019, representando un 9,1% del total de afiliados a nivel nacional. Es decir, dos de cada tres migrantes tienen trabajo que les permite imponer.
Por otro lado, el anuario detalla que 155 mil 438 personas se inscribieron en el proceso de regularización extraordinaria que realizó el gobierno, de las cuales el 64% terminó el proceso de manera favorable, quedando el porcentaje restante -que corresponde a 59.181 personas- sin el proceso terminado (ya sea por no alcanzar a estampar visa, o porque su solicitud no se acogió o rechazó).
Bajos índices de delincuencia
El estudio da cuenta de un incremento de los extranjeros matriculados desde la educación parvularia hasta la educación media en los últimos cinco años, llegando a alcanzar un 4,5% de la matrícula total. De ellos, un 59% cursa estudios en la educación pública, cifra proporcionalmente superior a la de los chilenos (35%).
Caso aparte es el de la educación universitaria, donde los extranjeros solo representan un 1,5% del total.
Por otro lado, el Servicio Jesuita a Migrantes descarta que el aumento de la población migrante en Chile esté asociado a un aumento en la delincuencia, pues solo un 1,7% del total se ha relacionado con el sistema penal como victimario, mientras que apenas un 0,09% ha tenido una sentencia condenatoria.
La cifra tiene correlato con las estimaciones de Carabineros, donde los migrantes representan un 5% del total de detenciones en Chile.
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