Una semana después del plebiscito histórico donde se aprobó el escribir una nueva constitución y a un año del estallido social del 18 de octubre, el Presidente Sebastián Piñera confiesa que lleva un año trabajando todos los días “en jornadas muy intensas”. 

El mandatario, en conversación con El Mercurio, señala que “el último año ha sido el más difícil de mi vida”, pese a esto cuanta que varias veces les ha tocado hacer de psicólogo frente a algunos ministros y que explica que “nunca me he quebrado, nunca he dejado de asumir mis responsabilidades, nunca he dejado de levantarme temprano en las mañanas, a veces me acuesto en la noches cansado como perro”. 

En este escenario destaca el apoyo del “equipo”, ya que “amistad, lealtad, apoyo muy fuerte”, además destaca el papel de su familia ya que “mis hijos, mi mujer, mis nietos han sido un apoyo invaluable”. 

Pese a esto señala que se ha sentido solo ya que “cuando hay grandes problemas y opciones muy contradictorias, al final del día uno tiene que tomar la decisión solo”. 

El presidente señala que espera que “cuando se escriba la historia, con más objetividad, serenidad y respeto por la verdad, se diga que enfrentamos la peor crisis política en muchas décadas en Chile y que que supimos todos encauzarla por la vía democrática”.

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