Durante la jornada de este lunes se conoció la sentencia contra el ex sargento de Carabineros Manuel Noya, quien en la marcha del 21 de mayo del 2015 en Valparaíso agrediera a Rodrigo Avilés mientras pilotaba un carro lanzaguas, provocándole graves lesiones.
Durante esta jornada se fijó una pena remitida de dos años, periodo durante el cual Noya deberá firmar en forma mensual. Una condena que no dejó conformes a la víctima y sus familiares.
"Comprendiendo que hay un accionar de un ex funcionario de un institución que causa una lesión tan fuerte como una casi muerte de un ciudadano, no sé si creen ustedes que corresponde a lo que hoy día se sentenció. Yo creo que es bajo", declaró.
Avilés también dejó en claro que lo largo del juicio, que se extendió por casi cuatro años, sienta -a su juicio- un mal precedente para escenarios de agresión similares a los sufridos por él.
"El pasado 8 de marzo tenemos otro accidente de agresión similar a lo que fue la mía. Eso habla también de que necesitamos una reestructuración de Fuerzas Especiales y Carabineros o sino acciones como la mía o como lo que pasó el 8 de marzo seguirán reproduciéndose", expresó el afectado.
También hizo un llamado a replantear la formación de cadetes en instituciones como Carabineros, como también el accionar de sus Fuerzas Especiales, para que casos como éste no se sigan repitiendo: "Nosotros ya hemos visto cómo históricamente hemos tenido heridos y muertos en este país. Lo tenemos hoy día y los vamos a tener siguiendo si no hay una reestructuración de los protocolos y de la formación de los carabineros mismos".
Por último, Avilés no descarto apelar para acceder a una mayor sanción para Manuel Noya.
Quien también habló con los medios fue su padre y abogado, Félix Avilés, el cual también mostró su descontento por la sentencia, argumentando que "es en términos comparativos una pena muy menor entendiendo que a un civil, por una fractura de un dedo a un Carabinero le asignaron 5 años".
Con respecto a un eventual presidio efectivo, el abogado dejó en claro que "eso era muy improbable. Para ser honestos públicamente, el presidio efectivo requería otros elementos".
Al igual que su hijo, Avilés mostró preocupación por los protocolos institucionales de Carabineros: No es solo un protocolo; hay un tema de formación, capacitación y cultura institucional. La modificación de conductas en este tipo de escenarios no solo va a ser producto de la modificación de una regla, sino que hay un trabajo más de fondo que hacer.
