Los doce carabineros a los que se les imputó el delito de torturas en contra de un hombre en Plaza de Ñuñoa el pasado 21 de octubre en el marco de las manifestaciones sociales serán reformalizados por la fiscalía, que les imputará dos nuevos delitos.
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De obstrucción a la investigación y falsificación o uso malicioso de documento público serán acusados ahora los uniformados por parte del Ministerio Público, por haber supuestamente alterado el parte policial para justificar la detención de Moisés Órdenes, el hombre agredido.
De los doce carabineros imputados solo cinco quedaron con medidas cautelares decretadas por el Juzgado de Garantía, mientras que los otros siete fueron sobreseídos del caso.
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El caso tuvo notoriedad pública luego que un canal de televisión captara el momento en vivo en el que el piquete de Fuerzas Especiales agredía mediante golpes de puño, patadas y golpes con su bastón retráctil de servicio.
